Acné
Resumen sobre el acné
El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel que afecta por igual a los hombres y a las mujeres, sin embargo por razones hormonales el acné grave concierne sobre todo a los hombres. Esta enfermedad dermatológica tiene su origen en una inflamación de los folículos pilosebáceos, a menudo ligada con la bacteria acnies propiones.
El acné afecta al 80-90% de los adolescentes y también a los adultos.
La fisiopatología del acné y las causas del acné son complejas con diversos factores que influencian esta dermatosis como una predisposición genética, factores hormonales (hormonas sexuales, por ejemplo), el ambiente (contaminación, etc.), el estrés, la alimentación, etc.
Desde un punto de vista biológico el acné se manifiesta tras una secreción elevada de sebo por los folículos pilosebáceos, lo que lleva a un medio favorable para el desarrollo de microorganismos (bacterias, levaduras).
Los síntomas del acné varían en función de la intensidad de las lesiones. El acné puede manifestarse en forma de espinillas y más precisamente en forma de comedones, pápulas, pústulas, nódulos o quistes.
Las zonas del cuerpo más afectadas por el acné son aquellas que tienen más glándulas sebáceas como la cara, el pecho o la espalda.
El acné no presenta complicaciones graves para la salud pero puede resultar temible a nivel psicológico, influenciando negativamente en la autoestima sobre todo durante la adolescencia. En los casos graves, el acné puede dejar cicatrices en la piel.
Los tratamientos contra el acné son muchos y normalmente el médico o dermatólogo aconseja varias estrategias para tratar esta dermatosis.
En general se aconseja adoptar una excelente higiene de la piel limpiándola regularmente. Para ello podemos encontrar muchos productos como jabones, geles y lociones en farmacias.
El peróxido de benzoilo y/o el ácido salicílico son a menudo aconsejados en primer lugar por el médico o farmacéutico en forma de gel o crema para tratar el acné.
El médico también puede prescribir antibióticos por vía tópica u oral como la tetraciclina o la eritromicina.
Los retinoides (ácido retinoico, isotretinoína) son también muy utilizados para combatir el acné, en particular contra las formas graves de acné. La isotretinoína en forma oral puede tener una gran eficacia pero también presenta muchos efectos secundarios como la sequedad a nivel de mucosas. Este medicamento también está estrictamente contraindicado durante el embarazo. Leer también: tratamiento
Otros tratamientos para tratar el acné son medicamentos a base de hormona (ej. píldora anticonceptiva), peeling, etc.
Algunas plantas medicinales pueden tener un efecto interesante contra el acné como la bardana, el aceite de onagra o el aceite de argán.
Los buenos consejos ayudan a tratar el acné, como tener un cuidado diario de la piel (higiene), limitar la exposición al sol, evitar el estrés, no tomar demasiado azúcar (incluyendo el chocolate), etc.
Definición
El acné es una enfermedad muy frecuente (sobre todo en los adolescentes) provocada por la obstrucción de los folículos pilosebáceos (como consecuencia de una producción excesiva de sebo y la presencia de células muertas). Este proceso causa una inflamación de la piel y favorece la proliferación de bacterias como Acnies propiones (a finales del año 2000 se descubrió el genoma entero de esta bacteria, lo que significa la futura aparición de medicamentos todavía más específicos).
Las lesiones de acné suelen ser de curación lenta.
Sebo
El sebo es una secreción aceitosa y su función principal es la de lubrificar el cabello, los pelos y la piel. La producción excesiva de sebo y la acumulación de células muertas a nivel de los folículos pilosos pueden taponar estos folículos. La formación de estos tapones favorece la hinchazón de las paredes del folículo, y puede adquirir un color blanquecino. También puede abrirse y volverse negro: es el caso de las espinillas. En caso de inflamación los folículos pueden adquirir un color rojizo.
Formas de acné
Es importante señalar que existen diferentes formas de acné (acné juvenil, acné rosáceo,….) y solamente un médico (dermatólogo) puede hacer un diagnóstico exacto y proponer la terapia apropiada.
En función del grado de acné (de su intensidad) se puede clasificar el acné en 4 estadios:
– Acné grado I: presencia sobre todo de comedones abiertos y/o cerrados con pocos signos inflamatorios
– Acné grado II: presencia sobre todo de comedones abiertos o cerrados inflamados con pus (acné papulopustular superficial)
– Acné grado III: presencia de comedones abiertos y/o cerrados inflamados con pus y nódulos inflamatorios (acné papulopustular profundo).
– Acné grado IV: presencia de nódulos y quistes (acné quístico)
Leer también síntomas acné por explicaciones sobre los nódulos, quistes, etc.
Epidemiología
– La mayor parte del tiempo el acné aparece durante la adolescencia debido a modificaciones hormonales. Según ciertos estudios se estima que el 70-95% de los adolescentes de entre 13 y 18 años sufren de acné. Se estima que en general el acné desaparece de forma espontánea alrededor de los 20 años.
– Aunque es más frecuente durante la adolescencia, el acné afecta también a los adultos de más de 30 años: causas genéticas y ambientales explican este acné a una edad más avanzada. En la edad adulta y hasta los 35 años el acné afecta al 3-8% de las personas.
– Aunque el acné parece afectar un poco más a los hombres jóvenes (por razones hormonales), la terapia del acné en la mujer es a veces más complicada ya que existen más casos de resistencia a los tratamientos: a la edad de 40 años se observa que el 5% de las mujeres (el 1% en caso de los hombres) presenta acné.
Causas acné
A nivel fisiopatológico el acné está provocado, bajo la acción de hormonas, por una producción excesiva de sebo a nivel de los folículos pilosebáceos. Éstos se obstruyen y se produce una inflamación. Estos folículos pueden permanecer cerrados o abrirse con la formación de puntos negros en el centro.
Todavía no se conocen las causas exactas del acné pero se estima que en función del tipo de acné ciertos factores pueden influenciar fuertemente su desarrollo:
– El acné juvenil es debido sobre todo a desórdenes hormonales: durante la pubertad la secreción sebácea, que depende de los andrógenos (hormonas sexuales masculinas, en particular la testosterona) y de los estrógenos (hormonas sexuales femeninas), aumenta de manera importante e influencia el estado de la piel.
– Es importante saber que le acné (juvenil o no) tiene una fuerte incidencia hereditaria (influencia de los genes). Por ejemplo, si padre y madre tienen acné, el hijo tiene 60% de probabilidad de tener acné.
– En las otras formas de acné e incluso a veces en el acné juvenil: múltiples causas pueden ser el origen del acné. Las causas más importantes son una bacteria (acnies propiones, una bacteria responsable del acné) y el estrés (que puede favorecer el acné sobre todo gracias a un aumento de la producción de sebo).
– Un uso excesivo de ciertos jabones o productos químicos puede irritar la piel y aumentar la producción de sebo, lo que agrava el acné.
– El uso de cosméticos para la piel muy grasa puede obstruir los poros y causar acné.
– La alimentación (chocolate,…) puede favorecer el acné.
Estudios recientes (años 2009-2012) han demostrado en los adultos que el consumo especialmente de leche y de productos lácteos como el queso o la mantequilla puede agravar el acné.
Además, los cereales ricos en azúcar, pero también el pan (sobre todo el blanco), las patatas fritas y el chocolate, también podrían tener un efecto nefasto sobre el acné. Se estima que, si el chocolate favorece el acné, se debe precisamente a su concentración a veces elevada en azúcar. El azúcar aumenta el nivel de insulina, con lo que puede favorecer el acné.
– Una exposición excesiva de la piel al sol (leer también: buenos consejos)
– La exposición de la piel a objetos que pueden provocar fricciones como un casco, un teléfono, el cuello de una camisa, etc.
– La toma de ciertos medicamentos como corticoides, hormonas (andrógenos), litio o la vitamina B12.
Personas con riesgo
Las personas con riesgo a padecer acné lo son por razones hormonales sobre todo los adolescentes, los jóvenes adultos, las mujeres antes de las reglas y las mujeres embarazadas.
Síntomas
La forma de acné más frecuente es el acné juvenil (aproximadamente el 80% de los adolescentes).
El acné se manifiesta a menudo por comedones abiertos (granitos con puntos negros al centro). Es importante saber que los comedones abiertos son negros debido a la oxidación de los lípidos del sebo de la superficie.
En caso de acné la piel puede ser grasa, pero no ocurre en todos los casos de acné.
En función del estadio del acné, clasificado de I a IV (leer también endefinición), se distinguen además comedones (o puntos negros) de diferentes formas:
– pápulas: pequeñas lesiones inflamadas rojizas a nivel de los folículos pilosebáceos.
– pústulas: lesiones blanquecinas y amarillentas y a veces rojizas con presencia de pus formando como una gotita.
– nódulos: lesiones grandes, sólidas y dolorosas que alcanzan el nivel superficial de la piel. Los nódulos pueden afectar a los adolescentes en caso de acné grave (acné grado IV), por ejemplo en la forma de acné llamado acne conglobata. Los nódulos pueden formar cicatrices.
– quistes o microquistes: lesiones muy dolorosas como los nódulos pero que se encuentran bajo la piel (subcutáneo). Se llenan de pus.
Partes del cuerpo afectados por el acné – ¿Dónde se localiza el acné?
En general, los granos de acné se localizan en la cara, la espalda, el pecho, el cuello, los hombros o en el escote. Estas partes del cuerpo tienen una concentración elevada en glándulas sebáceas.
Diagnóstico
El diagnóstico es relativamente simple de hacer: el médico de cabecera o dermatólogo (especialmente en los casos graves) examina la piel para buscar las lesiones con una lupa o cualquier otro aparato para observar las lesiones con más detalle.
La anamnesis (historial de un paciente) es muy importante, sobre todo para saber si hay casos de acné en la familia, si la persona utiliza ciertos productos irritantes, conocer su alimentación, exposición al sol, etc.
Se destaca que en el diagnóstico del acné el médico deberá identificar bien la gravedad de las lesiones (estadio de acné), proponer el mejor tratamiento y seguir la evolución del tratamiento mediante controles regulares. El médico deberá encontrar la terapia correcta para evitar cicatrices (principal complicación estética del acné).
Complicaciones
El acné no provoca complicaciones graves para la salud. Sin embargo, se señala que en los casos graves y en la ausencia de tratamiento adaptado, esta dermatosis puede dejar cicatrices. Actualmente es posible eliminar parcialmente las cicatrices provocadas por el acné mediante técnicas de peeling, láser, etc.
Acné y complicaciones psicológicas
Una complicación importante del acné puede ser de orden psicológico afectando el autoestima sobre todo en los adolescentes y jóvenes.
Las personas que sufren acné se sienten a veces menos aceptadas en la sociedad, especialmente durante la adolescencia.
Un estudio publicado en la revista Journal of Investigative Dermatology, realizado en Oslo (Noruega), mostró que en caso de acné grave o severo los adolescentes que sufren de esta afección tienen dos veces más de riesgo de tener ideas suicidas que aquellos que no sufren acné; en los niños adolescentes el riesgo era incluso tres veces más elevado.
Además de las ideas suicidas, este mismo estudio mostró también que estos jóvenes con acné tienen menos amigos, novio(a)s y menos buenos resultados escolares.
Tratamientos acné
Hay que tener muy claro que por todos los tratamientos contra el acné hace falta mucha paciencia ya que los primeros resultados aparecen después de algunas semanas.
En los casos de acné superficial (o acné no grave) un tratamiento local vía tópica es suficiente, así como una buena higiene con el fin de limitar las bacterias del acné (enjabonarse bien las zonas donde el acné puede estar presente mañana y noche; utilizar un jabón suave para las personas con piel sensible).
Así pues, se puede afirmar que los cuidados de higiene son muy importantes, sobre todo una limpieza con un jabón suave dos veces al día o productos de peeling de una a dos veces por semana.
Los medicamentos a base de peróxido de benzoilo son sin duda los medicamentos más eficaces para tratar el acné vulgar de leve a moderado. Esta molécula tiene efecto antiacneico probado, gracias a una reducción de la formación de comedón y de la producción de sebo. Esta molécula también tiene un efecto antiinflamatorio y evita el crecimiento de las bacterias del acné.
Observación: los medicamentos a base de peróxido de benzoilo, contienen, como su nombre indica, un derivado peroxidado que decolora el cabello y sobre todo los tejidos (toallas, ropa,…), así pues hay que tener cuidado con la aplicación del producto. Leer bien el prospecto de este medicamento y pedir consejo al especialista.
El ácido salicílico se utiliza a veces en uso externo contra el acné.
Otra molécula que puede ser utilizada para tratar el acné es la motretinida en crema (esperar al menos de 6 a 8 semanas de tratamiento para comprobar su eficacia), especialmente eficaz contra los comedones.
En un caso de acné más pronunciado y cuando el dermatólogo lo crea necesario, se podrían prescribir antibióticos locales en forma de solución a base de clindamicina por ejemplo: solamente un dermatólogo o el médico de cabecera puede prescribir un remedio apropiado. Parece ser que la clindamicina es una de las moléculas más eficaces contra el acné.
La combinación de la clindamicina y del peróxido de benzoilo tiene un eficacia superior si las dos moléculas se utilizan juntas.
En caso de acné grave (caracterizado por fiebre, dolor, dolor en las articulaciones, lesiones cutáneas localizadas) se aconseja una consulta médica : el dermatólogo puede prescribir antibióticos vía oral (no tópica) de la familia de las tetraciclinas (doxiciclina, minociclina…) o antibióticos tópicos, derivados de la vitamina A en pomada (o vía oral como laisotretinoína o el adapaleno). Hay que tener cuidado con los medicamentos a base de isotretinoína porque pueden producir malformaciones muy graves (efecto teratógeno) en una mujer embarazada y pueden provocar sequedad a nivel de labios, ojos y piel. La isotretinoína solo se puede utilizar en caso de acné grave o de resistencia a otros tratamientos.
Existen otros tratamientos que los fármacos para tratar el acné: se puede recurrir al láser o a la fototerapia. Este tipo de tratamiento permite reducir la producción de sebo y también actúa sobre las bacterias responsables del acné. Es posible de reducir las cicatrices provocadas por el acné con este tipo de tratamiento.
Plantas médicinales
Las plantas medicinales siguientes han demostrado ser eficaces para curar el acné, se trata (según nuestro parecer) más de una medida complementaria que de un tratamiento de primera elección. Como primer tratamiento priorizar los tratamientos clásicos (medicamentos).
– la bardana (raíz de bardana) , en forma de cápsula o en decocción [ideal asociado con el diente de león]
– el árbol de té, en forma de aceite esencial, de crema, de pomada
– el aceite de argán, en forma de crema
– el aceite de onagra, en forma de cápsula
– el aceite de coco se puede utilizar (aplicar una capa fina) en caso de acné, sobre todo después de la aplicación de una crema o producto químico por ejemplo a base de ácido salicílico con tendencia a secar la piel. El aceite de coco, que contiene sobre todo vitamina E y ácido láurico, presenta propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
Remedios caseros
– Decocción contra el acné (a base de bardana)
Buenos consejos
– Para muchos adolescentes y a veces también para algunos adultos las consecuencias psicológicas del acné son muy importantes: se sabe que el acné puede ser causa de un sufrimiento psicológico muy grave sobre todo durante la adolescencia (periodo durante el cual se intenta gustar a los demás y encontrar personalidad propia).
Es por esta razón que tratar el acné desde el principio es muy aconsejable para evitar problemas psicológicos asociados. Pedir consejo y ayuda al médico.
– Hay que lavarse el rostro con un jabón apropiado (pedir consejo a vuestro farmacéutico). El jabón debe ser suave y apropiado para una piel acneica
– Es importante no tocarse la cara con las manos u objetos (ej. teléfono móvil). Hay que tener la cara lo más limpia posible.
– Es importante conocer bien lo que provoca o contribuye al acné (estrés, alimentación,…). El tratamiento personalizado para personas sensibles se hace con un seguimiento estricto con medicamentos y medidas de higiene.
– No reventar, apretar o sacar los puntos negros o espinillas ya que podría agravar la inflamación (es a menudo más fácil de decir que de hacer). En el caso contrario, aplicar en seguida un desinfectante o un jabón suave (evitar el jabón de Marsella).
– En ambientes húmedos y con humo (discoteca, bar,…) las bacterias responsables del acné parecen desarrollarse más rápidamente en la piel. Se trata del mismo caso durante la práctica de deporte porque la humedad se debe a la transpiración. Se aconseja lavarse bien la cara (con un jabón suave) después de las dos situaciones anteriores para evitar el crecimiento de las bacterias del acné. Tomar una ducha justo después de la práctica de ejercicio físico.
– La alimentación puede provocar acné. Algunos estudios han probado que, en los adultos especialmente, el consumo de leche y productos lácteos como el queso o la mantequilla podría agravar el acné.
Además, los cereales ricos en azúcar y el chocolate también tendrían un efecto nefasto en el acné.
La influencia de la alimentación sobre el acné parece provenir del impacto de determinados alimentos en la microbiota (flora intestinal). Se supone que una alimentación rica en azúcares favorece el acné perturbando la microbiota. La relación exacta entre la microbiota y la piel no se conoce todavía, según el profesor en microbiología Justin Sonnenburg (de la Universidad Stanford en California) en un artículo del New York Times de agosto de 2018. Además de consumir menos azúcar, se aconseja consumir alimentos integrales y limitar las grasas saturadas. La toma de probióticos puede ayudar a combatir el acné, pero por ahora los estudios son poco concluyentes. Sin embargo, un estudio de 2016 ha podido demostrar que la toma de bacterias de la especie Lactobacillus rhamnosus SP1 estaba asociada a una disminución del acné en los adultos.
– Para las mujeres, evitar un maquillaje demasiado espeso o cremas muy grasas ya que podrían obstruir los poros y agravar el acné.
– Como remedio casero para tratar o prevenir el acné, parece que las infusiones a base de equinácea, de cardo mariano o de menta pueden ser eficaces (hay que señalar que todavía no hay nada probado en cuanto a la eficacia). La bardana, quetambién es una planta, se toma en cápsula y ejerce un efecto favorable sobre el acné.
– La exposición al sol mejora temporalmente el acné sobre todo por un efecto anti-inflamatorio y un secado de la piel pero el acné puede reaparecer y ser todavía más importante que al principio ya que los granos se encuentran “retenidos” bajo la piely salen de forma más vigorosa (le llamamos efecto “rebote”)
. Así pues, se aconseja exponerse al sol de forma razonable. Normalmente durante el verano o el invierno (para un esquiador) la piel puede ser mucho menos acneica pero más adelante (otoño o primavera) el acné tiene el riesgo de reaparecer, a veces incluso más fuerte. Hablar con el dermatólogo, médico o farmacéutico quienes seguramente prescribirán una crema solar con un factor elevado e intentar encontrar juntos una solución.
– Ningún estudio ha realmente probado el efecto nefasto del tabaco sobre el acné, aunque se sabe que el tabaco hace envejecer la piel, amarillenta los dientes… Desde un punto de vista de belleza, el tabaco no está por supuesto aconsejado. Eltabaco es “violento” para la salud (riesgo de cáncer, crisis cardíaca,…).
– El estrés (trabajo, exámenes,…) y el cansancio pueden favorecer el desarrollo del acné, sobre todo de comedones. Este mecanismo se basa en un aumento de la producción de sebo.
– Según una investigación escocesa, publicada a finales de 2013 en la revista Marine Drugs, consumir algas y salmón puede ser favorable para la lucha contra el acné. En efecto, los investigadores han observado que los ácidos grasos de tipo omega 3 EPA y omega 6 DGLA que encontramos en estos alimentos marinos tienen una acción antiinflamatoria y se muestran eficaces contra la bacteria que a menudo provoca el acné, Propionibacterium acnes (o Acnies propiones). Los autores de este estudio afirman que se pueden comer algas o salmón pero también se pueden aplicar estos ácidos grasos directamente sobre la piel. Se está trabajando en la investigación de nuevos productos a base de estos ácidos grasos.
– El ácido glicólico, un ácido que proviene de la caña de azúcar, es a veces utilizado en caso de acné para quitar las células muertas; se encuentra a menudo en los exfoliantes para limpiar la piel.
– El cinc puede tener beneficios para el acné, reduciendo la inflamación y favoreciendo la cicatrización.
Referencias (fuentes):
Varios estudios científicos (citados más arriba), Mayo Clinic/Clínica Mayo, The New York Times
Archivo escrito por:
Xavier Gruffat (farmacéutico)
¿Cómo traducir acné a otros idiomas?
– Inglés: acne
– Francés: acné
– Portugués: acné
– Alemán: Akne
– Italiano: acne