Calambres musculares
Definición
Un calambre en la pantorrilla se caracteriza por un dolor repentino y una contracción muscular involuntaria.
Se distinguen los calambres en el deportista de los calambres nocturnos, que en general ocurren durante el sueño.
Los calambres son relativamente frecuentes en las mujeres embarazadas y en los deportistas, ya que este grupo de personas suelen presentar una carencia en minerales (magnesio).
En raras ocasiones, los calambres pueden resultar ser más graves (origen vascular o metabólico): si los calambres aparecen de manera regular después de haber tomado medicamentos para tratar este problema, hay que consultar un médico.
Epidemiología
Se estima que hasta el 95% de los adultos sufren de calambres en algún momento de su vida.
Causas
Calambres en el deportista
No se conocen las causas de los calambres en el deportista. Durante mucho tiempo se pensó que los calambres en los deportistas provenían de una deshidratación, lo que podría ser una hipótesis posible. Pero las investigaciones de los últimos años han demostrado que los calambres realmente no afectan los músculos, más bien los nervios. Estos últimos pueden mandar un mensaje erróneo a los músculos, de lo que se derivan los calambres. Es por esta razón que algunos investigadores, como el premio Nobel de química Rod MacKinnon, que han estudiado este fenómeno, aconsejan beber bebidas condimentadas con especias que contengan, por ejemplo, jengibre o wasabi, para prevenir los calambres: se trata de llevar a un shock al sistema nervioso para perturbar el organismo y disminuir los calambres. Leer más sobre este tema más abajo en «Tratamientos»
Calambres nocturnos
Para los calambres nocturnos todavía no se conocen las causas exactas. Se sabe que con la edad este tipo de calambre aumenta. Aproximadamente el 75% de los calambres musculares se producen por la noche.
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA), enfermedad neurodegenerativa rara y grave, puede provocar calambres musculares.
Síntomas
Los calambres en las pantorrillas se caracterizan por una contractura dolorosa repentina, por ejemplo, durante un esfuerzo deportivo o durante el sueño, por la noche.
Los calambres pueden durar desde algunos segundos hasta unos quince minutos (a veces más), luego desaparecen; en casos muy aislados las consecuencias pueden ser graves, pero el dolor puede resultar muy fuerte durante la crisis del calambre. Sin embargo, hay que prestar atención y pedir consejo al médico sobre los calambres frecuentes en caso de diabetes, de enfermedades del sistema nervioso o después de la toma de medicamentos.
Tratamientos
Como casi siempre en medicina, se trata, en primer lugar, de encontrar la causa (enfermedad metabólica, una alteración cardiovascular, etc.) y, si no es el caso, se puede recurrir a las siguientes técnicas:
– Efectuar un masaje en la pantorrilla.
– Utilizar, si los calambres se repiten, miorelajantes como el tetrazepam o la tizanidina. Atención: se trata de medicamentos con receta médica que pueden provocar somnolencia.
– En caso de calambres nocturnos frecuentes, el médico puede prescribir remedios a base de quinina (por ejemplo, en forma de sulfato de quinina), un medicamento contra la malaria que tendría un efecto positivo para esta afección.
Sin embargo, algunos investigadores se cuestionan la eficacia de la quinina y resaltan el riesgo para la salud de esta molécula. La revista francesa de referencia Prescrire publica de forma regular una lista de medicamentos comercializados en Francia y en la Unión Europea que se deberían evitar porque el equilibrio beneficios-riesgos no es favorable. De hecho, la quinina (que se encuentra en la lista Prescrire de 2017) no es más eficaz que un placebo, pero puede provocar efectos secundarios graves, a veces mortales. Se pueden citar sobre todo reacciones anafilácticas y trastornos hematológicos.
– Si los calambres aparecen de forma regular, se pueden utilizar los remedios preventivos. Como se ha visto en «causas», cada vez hay más especialistas que aconsejan beber bebidas condimentadas con especias (por ejemplo, jengibre o wasabi) antes de la práctica de deporte. En los Estados Unidos existe una marca llamada Hotshot, una bebida condimentada a base de jengibre, canela y guindilla (pimienta de Cayena), indicada justamente para prevenir los calambres en el deportista. También se puede preparar un zumo de jengibre en casa.
– Los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno, no actúan sobre el músculo, pero pueden calmar el dolor de los calambres. El problema es que el alivio no suele ser inmediato ya que los AINEs suelen tardar 1 hora para hacer efecto.
Remedios naturales
- Tintura de romero contra los calambres musculares
- Zumo de jengibre
Une crema con mentol también puede aliviar los dolores de los calambres musculares.
Buenos consejos (en caso de calambre)
– Cuando aparece un calambre se aconseja pedir a otra persona que sujete la punta del pie y levante la pierna lo más fuerte posible hacia la altura de la pierna (de la otra persona, como en la foto). También se puede apoyar la planta del pie contra una pared para calmar los calambres.
– La aplicación de calor sobre el calambre ayuda a relajar el músculo (se suele utilizar una bolsa de agua caliente). La aplicación de calor puede durar de 5 a 10 minutos, seguida de un estiramiento del músculo.
– En el momento que aparece un calambre hay que parar la práctica de ejercicio o de deporte.
Prevención
– Tomar preparaciones a base de magnesio, hacer curas de un mes, por ejemplo. Este mineral puede ejercer un efecto preventivo sobre los calambres en la pantorrilla. De hecho, las causas de los calambres están relacionadas con una carencia en magnesio (por ejemplo, en los deportistas o en la mujer embarazada). Sin embargo, hay científicos que no están de acuerdo con esta hipótesis (leer en «causas» más arriba).
– Una alimentación sana, y sobre todo rica en minerales ricos en magnesio o calcio, puede ayudar a prevenir los calambres (según el principio anterior). Algunos ejemplos de alimentos ricos en estos minerales: gérmenes de soja, arroz, pan integral, nueces, etc.
– El potasio también puede tener un efecto preventivo sobre los calambres.
– Beber mucha agua, y si es posible, rica en magnesio. Se sabe que los músculos necesitan mucha agua para contraerse de forma correcta. Sobre todo, hay que beber para evitar los calambres nocturnos.
– Hacer ejercicio físico de forma regular, como caminar, para activar la circulación sanguínea. El ejercicio físico también permite disminuir la fatiga muscular, el principal factor de calambres.
– En los deportistas es importante hacer un buen calentamiento para minimizar al máximo los calambres en la pantorrilla.
– Como se ha visto en «Tratamientos» más arriba, la toma de bebidas condimentadas con especias antes de la práctica deportiva presenta un efecto preventivo importante.
– Un pequeño estudio científico realizado en personas mayores demostró que la toma de complementos alimentarios a base de vitaminas del grupo B, 3 veces al día durante 3 meses, permite disminuir los calambres de las piernas en el 86% de los participantes. Con la toma de vitaminas del grupo B disminuye la frecuencia y la duración de los calambres.
Fuentes (referencias):
El periódico Wall Street Journal (edición del 12 de julio de 2016), la revista Prescrire (lista de medicamentos a evitar, edición de enero de 2017), Prevention (revista americana de salud para el gran público, edición de marzo de 2017).