Candidiasis vaginales
Resumen sobre las candidiasis vaginales
Las candidiasis vaginales son infecciones causadas por hongos (Candida albicans) a nivel de las partes íntimas como consecuencia de una alteración de la flora vaginal.
Las candidiasis vaginales pueden ser promovidas por varios factores de riesgo tales como cambios hormonales, un embarazo (a menudo durante el 3er trimestre), enfermedades crónicas (diabetes, trastornos de la tiroides), la toma de ciertos medicamentos (antibióticos, píldora anticonceptiva) o incluso el estrés.
Los síntomas típicos son picazón severa o una sensación de quemazón que a menudo aumenta con la micción, pérdidas vaginales (blanquecinas y granulosas, a menudo inodoras) y rojeces.
La terapia medicamentosa implica el uso de medicamentos antifúngicos, especialmente el clotrimazol en forma de crema vaginal o de óvulos. En algunos casos el médico puede prescribir un medicamento antifúngico por vía oral como el fluconazol.
Existen plantas medicinales eficaces para tratar esta forma de candidiasis como el árbol del té (Tea Tree), la caléndula o la equinácea.
Para prevenir las candidiasis vaginales se aconseja limpiar y secar las partes íntimas siempre de delante hacia atrás con el fin de no trasladar microorganismos del ano hacia la región vaginal. En caso de candidiasis vaginal es muy importante utilizar un preservativo durante las relaciones sexuales.
También se recomienda adoptar un modo de vida sano: reducir el estrés, hacer ejercicio y seguir un régimen alimentario equilibrado.
Definición
Las micosis vaginales, también llamadas candidiasis vaginales, son contaminaciones provocadas por hongos, la mayor parte del tiempo provocadas por la levadura Candida albicans, a nivel de la zona íntima que provoca una inflamación de la vagina.
La micosis vaginal también puede afectar la vulva, es decir, los labios mayores y los labios menores (órganos genitales externos).
No se trata de una enfermedad relacionada con una falta de higiene, sino de una infección debida a un trastorno de la flora vaginal natural en el que varios factores pueden ser la causa.
Puede ocurrir, tras ciertas variaciones, que el equilibrio que permite la coexistencia de los diferentes microorganismos que componen la flora vaginal se rompe. Como consecuencia, determinados microorganismos como la Candida albicans se multiplican de forma anormal provocando una infección a nivel vaginal o de la vulva (labios mayores y menores). Es necesario saber que la mucosa vaginal, constituida de capas de células planas y estrechamente ligadas, está densamente colonizada por microorganismos como la mucosa gastrointestinal.
Se habla de micosis vaginal recurrente (o crónica) si se observan cuatro episodios o más por año.
La mayoría de especialistas no consideran la candidiasis vaginal como una enfermedad de transmisión sexual (ETS), aunque la contaminación sea posible durante las relaciones sexuales. Sin embargo, la transmisión es poco frecuente sobre todo si el hombre goza de buena salud.
Epidemiología
Las candidiasis vaginales afectan muchas mujeres; cerca del 75 % de las mujeres se ven afectadas al menos una vez en su vida y el 45% de las mujeres tienen dos o varios episodios de candidiasis vaginales.
Se estima que del 5 al 8% de las mujeres sufren candidiasis de repetición. El origen provendría de un sistema inmunitario incapaz de desarrollar una inmunidad contra las infecciones fúngicas.
Causas
De forma general las candidiasis vaginales son consecuencia de una variación a nivel de los microorganismos de la flora vaginal; si existe una proliferación de hongos estaremos delante de una candidiasis vaginal.
Causas fisiológicas
A nivel fisiológico y en situación normal las bacterias lácticas (lactobacilos) transforman la glucosa que proviene de las células de la mucosa vaginal en ácido láctico, que resulta en una disminución del pH vaginal. Este medio ácido impide el desarrollo de gérmenes patógenos. En situación normal (pH vaginal ácido) las bacterias lactobacilo se desarrollan en equilibrio con las levaduras. Pero en determinadas situaciones este equilibrio se rompe y el resultado es una disminución del ácido láctico y un aumento del pH provocando el desarrollo de levaduras patológicas como la Candida albicans en gran cantidad. Si las levaduras aumentan demasiado la mucosa vaginal reacciona con la aparición de signos inflamatorios (síntomas).
Teniendo en cuenta que las candidiasis vaginales están provocadas por hongos (en general por la levadura Candida albicans), es importante saber que algunos factores pueden favorecer el desarrollo de esta levadura en exceso (aunque la levadura Candida albicans siempre está presente en la región vaginal, pero en pequeñas cantidades).
A continuación se citan las causas o factores de riesgo de las candidiasis vaginales:
– variaciones hormonales (menstruaciones). Se observa que las mujeres menopáusicas (que no toman hormonas como los estrógenos) y las hijas que todavía no han tenido su primera menstruación están menos afectadas por las micosis vaginales
– el embarazo (a menudo durante el 3er trimestre). Durante el periodo del embarazo se observa una variación en hormonas estrógenos modificando el medio vaginal y lo hace más favorable al desarrollo de la Candida
– la diabetes (el aumento de la glucosa en los tejidos genera condiciones más favorables para el desarrollo de la Candida)
– la toma de medicamentos (antibióticos y medicamentos que fragilizan el sistema inmunitario). Los antibióticos pueden cambiar el pH vaginal y aumentar el número de Candida albicans.
– debilitamiento del sistema inmunitario (VIH-Sida, trasplante, ciertos medicamentos)
– trastornos de la glándula tiroidea
– el estrés (leer también el testimonio de una paciente)
– la píldora
– una higiene local incorrecta, por ejemplo en el paso por el baño. La higiene de la zona íntima tiene que hacerse de delante hacia atrás (de la vagina hacia el ano) para evitar contaminar la vagina con los hongos procedentes de los intestinos
– una higiene excesiva de la zona íntima
– ropa demasiado ajustada o de material sintético (que no deja transpirar)
– la edad (las personas mayores son más susceptibles de desarrollar una micosis vaginal)
– una infección en otra zona del cuerpo (el sistema inmunitario “trabaja” demasiado y las micosis pueden desarrollarse más fácilmente)
– la actividad sexual: aunque se produce en mujeres poco activas sexualmente, es más frecuente en mujeres sexualmente activas. La candidiasis no es una enfermedad de transmisión sexual
– una alimentación no equilibrada
La Candida albicans es la máxima responsable (en un 80-92% de los casos) de la micosis vaginal, pero esta infección también puede estar provocada por especies más raras como la Candida glabrata o la Candidade krusei
Síntomas
Los síntomas pueden variar en intensidad de un caso a otro, pero en general son siempre los mismos y las mujeres que han tenido la infección reconocerán fácilmente los síntomas.
En la micosis vaginal (candidiasis vaginal), el picor y el enrojecimiento aparecen al principio. Luego, el ardor en la vagina, el dolor y las secreciones blancas (o incluso amarillentas), a menudo inodoras, suelen estar presentes. Cabe señalar que en las infecciones bacterianas, la secreción de la vagina suele tener un fuerte y desagradable olor a pescado. El enrojecimiento de la zona genital (vulva) y el dolor en la vagina también pueden ocurrir con las infecciones vaginales por hongos.
Para resumir, se pueden destacar 3 síntomas típicos de la micosis vaginal:
- fuerte picazón o quemazón (en general más importante durante la micción)
- pérdidas vaginales (pérdidas blanquecinas y granulosas, a menudo inodoras)
- rojeces (hinchazón de los tejidos)
El dolor en caso de micosis vaginales puede aumentar durante la micción o las relaciones sexuales.
Atención: los picores o dolor a nivel de la vagina no son forzosamente el signo de una micosis vaginal, todo lo contrario, estos signos también pueden ser los síntomas de infecciones bacterianas, de un herpes genital, de alergia,…Únicamente el médico puede hacer un diagnóstico exacto y proponer el mejor tratamiento en función de la enfermedad o infección encontrada.
Diagnóstico
El diagnóstico de las micosis vaginales se hace con un examen médico y especialmente por la recogida de secreciones (vaginales), con un examen directo al microscopio y el cultivo.
No se debe empezar el tratamiento sin el diagnóstico médico, ya que un uso incorrecto de los medicamentos puede agravar los síntomas.
Tests de autodiagnóstico
Cada vez más existen en el mercado más tests de autodiagnóstico en caso de candidiasis vaginales. Algunos tests son capaces de identificar sobre todo la presencia de Candida albicans y de Gardnerella vaginalis. Pedir consejo en la farmacia.
Tratamientos
En general se emplean medicamentos llamados imidazol, especialmente el clotrimazol (por ej. Gine-Canestén®), en forma de crema o de óvulo para introducir en la vagina, así como comprimidos. Existen otras moléculas que pueden ser utilizadas, como el miconazol o el tioconazol.
También se puede utilizar un medicamento a base de hexetidina (Vagi-Hex®) en forma de óvulos (=comprimidos vaginales).
En ciertos casos el médico también puede prescribir un tratamiento por vía oral (comprimido) y en toma única a base de fluconazol. En los casos más complicados puede ser necesario tomar una segunda dosis 72 horas (tres días) después de la primera.
Pedir consejo al farmacéutico: dispone de medicamentos para tratar eficazmente una micosis vaginal y, en el caso en que no sea posible, os dirigirá a un médico.
En general, los síntomas de la candidiasis vaginal desaparecen en pocos días después de la toma de medicamentos (antifúngicos).
Plantas medicinales
Existen plantas medicinales que permiten obtener buenos resultados en caso de micosis vaginales.
– el árbol del té (Tea tree), sobre todo en forma de óvulo
– la caléndula, sobre todo en forma de óvulo
– la hierbaluisa en forma de aceite esencial, en combinación o no de los tratamientos convencionales
– la equinácea, según la Clínica Mayo (clínica americana muy prestigiosa), la toma de suplementos a base de equinácea asociada con una crema antifúngica tendría un efecto preventivo en las micosis vaginales crónicas.
– la lavanda, generalmente en aceite esencial. Por ejemplo, aplique unas gotas de lavanda dentro de sus bragas para reducir la picazón.
Remedios caseros
– tampón con yogur
Prevención
– Se puede adoptar una alimentación diaria rica en yogur, especialmente a base de Lactobacillus acidophilus, este alimento tendría un efecto preventivo sobre las micosis vaginales probado científicamente.
– Limpiar las partes genitales externas (vulva) con agua limpia o con una loción limpiadora de pH neutro. Evitar utilizar jabón durante la higiene íntima y utilizar preferentemente productos con pH neutro. Evitar los jabones perfumados o alcalinos, y los sprays íntimos
– No tomar duchas íntimas con mucha frecuencia: la vagina no necesita más higiene que el resto del cuerpo. Las duchas íntimas favorecen un desequilibrio de la flora vaginal. Una higiene excesiva puede incluso debilitar la flora vaginal. Sin embargo, una ducha íntima diaria con ácido láctico puede ser útil.
– Evitar la ropa muy ajustada, de material sintético o que no deja respirar. Se aconseja el uso de ropa interior y dormir sin bragas.
– Evitar el uso de tampones diarios, especialmente durante las menstruaciones y durante la noche; privilegiar el uso de las compresas.
– Lavar la ropa al menos a 60 °C para eliminar los microorganismos (como los hongos).
– Como en la prevención de cistitis, se aconseja siempre limpiar la zona íntima de delante hacia atrás. Es decir, de la vulva hacia el ano, y no al revés, para evitar transmitir las bacterias de la región anal hacia la vulva.
– El uso de preservativo durante las relaciones sexuales podría tener un efecto preventivo sobre las micosis vaginales, especialmente en las mujeres que sufren este trastorno de forma recurrente. Su utilización también es importante para evitar la contaminación de la pareja y, por consiguiente, evitar la reinfección (riesgo de efecto “ping-pong”).
– En caso de mojarse cambiarse rápidamente de ropa, sobre todo los trajes de baño, ya que este medio húmedo favorece el desarrollo de las candidiasis. Privilegiar la ropa interior en algodón.
– Evitar los baños (o jacuzzi) demasiado calientes.
Consejos
– Un estudio publicado en 2012 en Egipto demostró que la utilización de una mezcla de miel y de yogur, por vía tópica en la vagina, puede ayudar en el tratamiento de las micosis vaginales, especialmente en caso de embarazo.
– Relajarse: el estrés podría ser un factor desencadenante. Descansar permite reforzar el sistema inmunitario y, como consecuencia, disminuir las candidiasis vaginales.
– Evitar tener relaciones sexuales durante la micosis vaginal (en todo caso durante las fases agudas): permite a la mucosa vaginal sanar completamente y evitar la contaminación a la pareja.
– Para calmar la incomodidad de las micosis vaginales y en la espera que los medicamentos actúen, se puede aplicar una compresa fría a nivel de los labios de la vulva.
Archivo escrito por:
Xavier Gruffat (farmacéutico)
Referencias (fuentes):
Mayo Clinic (Clínica Mayo), Pharma Info (periódico suizo en alemán especializado en nuevos medicamentos en Suiza), The Lancet, Mepha Suiza, CMAJ (DOI: 10.1503/cmaj.180963).
Última actualización del archivo:
26.07.2020
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