Chicunguña
Definición
El chicunguña (chikungunya) es una enfermedad viral transmitida por una picadura de mosquito. Su nombre proviene de la lengua makonde de la República Unida de Tanzania que significa “enfermedad del hombre que se dobla” o “enfermedad que quiebra los huesos”: hace referencia a la actitud de la persona infectada que sufre dolores articulares agudos que le obliga a adoptar una postura curvada.
El chicunguña está considerado como una enfermedad reumática infecciosa.
Epidemiología
– El virus del chicunguña provoca epidemias sobre todo en el continente africano, y a veces también en Asia. Pero desde 2013 el virus chicunguña también se encuentra en el continente americano, con más de 1,7 millones de casos registrados hasta enero de 2017, especialmente en América latina.
– En Colombia, de julio de 2014 hasta abril de 2015, se registraron unos 25 casos mortales de chicunguña, según el Instituto Nacional de Salud (INS). El virus del chicunguña se detectó en Colombia en julio de 2014.
– En mayo de 2017 una epidemia de chicunguña se observó en el estado brasileño de Minas Gerais, especialmente en ciudades y poblados alejados de la capital del estado Belo Horizonte, como lo señaló el periódico brasileño Folha de S.Paulo el 30 de mayo de 2017. La ciudad de Governador Valadares se vio especialmente afectada. Desde 1 de enero de 2017 hasta el 29 de mayo de 2017, en el estado de Minas Gerais se registraron 15.988 casos sospechosos de infección por virus chicunguña. La ciudad de Governador Valadares también constató varios fallecimientos provocados probablemente por el chicunguña.
Causas
El chicunguña proviene de un arbovirus denominado CHIKV, un virus con ARN. Se trata de un alfavirus de la familia de los Togaviridae.
Los virus del chicunguña y del dengue son muy similares en sus estructuras.
Transmisión
Este virus es transmitido por los mosquitos hembra Aedes (Aedes aegypti y Aedes albopictus). El Aedes aegypti también es responsable de la transmisión de los virus del dengue y del zika. Estos mosquitos son muy presentes en África, en el Océano Índico, en Asia, en el subcontinente indio, en el continente americano y en las Antillas. Incluso se declararon algunos casos en Europa, sobre todo en el Var, en 2010, y en el nordeste de Italia en 2007. Todo ello se explica por la aclimatación desde algunos años del Aedes albopictus en las orillas del Mediterráneo. El mosquito Aedes albopictus, a diferencia del Aedes aegypti, también vive en regiones temperadas como Europa (por ejemplo, Italia), y es el responsable de varios casos de epidemias estos últimos años.
Cuando un mosquito pica a una persona infectada por el chicunguña, al mismo tiempo extrae el virus CHIKV que transmite a un individuo sano por simple picadura.
Periodo de incubación
En general, la enfermedad se manifiesta después de una incubación de 2 a 10 días, incluso hasta 12 días, lo que significa que puede pasar un periodo de 12 días entre el momento de la picadura por el mosquito y la aparición de los primeros síntomas. Cabe señalar que el 95% de los individuos afectados por el virus CHIKV presentan los síntomas del chicunguña, un índice especialmente elevado comparado con el dengue, por el cual este porcentaje varía entre el 40% y el 50%.
Según un estudio presentado en un congreso sobre enfermedades tropicales (congreso del ASTMH, American Society of Tropical Medicine and Hygiene) en Atlanta (en los Estados Unidos) en noviembre de 2016, los mosquitos (variedad Aedes) portadores del chicunguña también pueden ser portadores del zika y transmitir la enfermedad al hombre con una sola picadura.
Síntomas
El chicunguña se manifiesta por dolores articulares agudos, sobre todo a nivel de los dedos, las muñecas, los tobillos, las rodillas o los pies. Estos dolores punzantes incitan al enfermo a adoptar una posición recostada paralitica durante horas. Estos dolores articulares pueden ser extremadamente dolorosos, que penalizan fuertemente el individuo en su vida diaria, y tienen muchas dificultades (incluso para agarrar un objeto, por ejemplo). Estos dolores suelen ser acompañados de fiebre (superior a 39 °C), que aparece de forma repentina; de dolores de cabeza; de agujetas y manchas rojas en la piel. Algunas veces aparecen síntomas gastrointestinales.
Aparición y duración de los síntomas
Estos síntomas aparecen de forma repentina, en general de 4 a 7 días después de la picadura de mosquito. En la mayoría de los pacientes, los síntomas del chicunguña mejoran al cabo de 2 a 3 semanas. Si los síntomas persisten más de 3 meses, se habla de una infección por chicunguña crónica (fase crónica de la enfermedad). De los 3 virus principales transmitidos por el mosquito Aedes aegypti (chicunguña, dengue y zika), se estima que el chicunguña es la sola enfermedad que puede llegar a ser crónica. Las dos otras enfermedades tienen síntomas que permanecen, como máximo, unos diez días.
Niños y chicunguña
Cabe destacar que los niños que sufren de chicunguña no suelen quejarse de dolores articulares. La manifestación de esta enfermedad en ellos se suele relacionar con una gripe asociada a hemorragias benignas, como las gingivorragias. Sin embargo, en los bebés la enfermedad puede ser intensa.
Según el ministerio de sanidad de Brasil (que lo integró en septiembre de 2016 en su lista de síntomas), el chicunguña puede provocar una pérdida de cabellos semanas o meses después de los síntomas iniciales (o agudos) de la enfermedad porque el organismo se concentra principalmente para luchar contra la enfermedad (en este caso, un virus) y menos en otras actividades secundarias como el crecimiento de los cabellos. En la gran mayoría de los casos, esta pérdida de cabellos cesa con el tiempo: se trata de un proceso reversible.
Las personas afectadas de chicunguña también se caracterizan por la pérdida de apetito y la pérdida de peso.
Diagnóstico
Existen varios métodos para diagnosticar la presencia de anticuerpos anti-chicunguña IgM e IgG en el organismo. Las pruebas serológicas como las pruebas inmunoenzimáticas simples (ELISA) figuran entre estos protocolos. También es posible recurrir a las técnicas de amplificación génica transcriptasa-inversa (RT-PCR) utilizando un enfoque virológico o serológico, según cada caso.
Sin estas técnicas, los síntomas leves del chicunguña pueden engañar al médico y éste puede llegar a diagnosticar el dengue si esta enfermedad causa estragos en la zona donde ejerce.
Complicaciones
En las personas mayores, los dolores articulares pueden permanecer durante varios meses, e incluso un año. Les ocurre lo mismo a las personas que tienen las articulaciones fragilizadas como
los deportistas (que han sufrido fracturas o esguinces en el pasado) e incluso a los individuos que sufren de una artrosis o de un reumatismo anterior a la enfermedad. En el caso de los lactantes, la afección puede bloquear la mandíbula y complicar su alimentación.
Los efectos de la fiebre también son nefastos para las personas con insuficiencia cardíaca, respiratoria o renal, así como en los diabéticos. Además, los alcohólicos crónicos pueden sufrir de una hepatitis letal si se ven afectados por el chicunguña. En 2005, durante la epidemia en la isla de La Reunión, los médicos observaron formas neurológicas graves de la enfermedad en algunos pacientes: afectaciones de los nervios periféricos y de meningoencefalitis.
Se debe tener especial cuidado con las mujeres embarazadas, que pueden transmitir el virus CHIKV a los recién nacidos.
El virus del chicunguña puede conducir al síndrome de Guillain-Barré; pero otros virus como los de la gripe o del zika también pueden provocar este síndrome. El síndrome de Guillain-Barré es una afección potencialmente mortal y que afecta especialmente el sistema respiratorio.
Tratamientos
Todavía no existen medicamentos para tratar el chicunguña. El tratamiento consiste en disminuir los síntomas con analgésicos, antipiréticos, así como también aportar líquidos para luchar contra la deshidratación del enfermo. Para los casos más graves, los médicos preconizan la toma de corticoides e dosis decrecientes.
Si los síntomas perduran (más de 6 meses), el médico puede utilizar medicamentos específicos para la artritis, llamados DMARD.
Las manifestaciones cutáneas y la fiebre suelen cesar al cabo de algunos días, incluso si los dolores articulares pueden durar varias semanas. Para recuperar las funciones motrices más rápidamente, el paciente puede acudir a sesiones de fisioterapia.
A veces, algunos médicos utilizan medicamentos biológicos (o inmunobiológicos) para disminuir la inflamación articular. Hay que saber que el chicunguña actúa como un agente precursor de los procesos inflamatorios en la articulación.
Régimen alimentario
Se aconseja el consumo de alimentos ricos en magnesio para reforzar el sistema inmunitario de las personas sanas. Para reforzar el sistema de defensa del organismo contra el virus del chicunguña, se añaden 10 g de cloruro de magnesio en una botella de agua de 1,5 o 2 litros, y se bebe 1 vaso de este líquido cada 30 minutos, y después del cuarto vaso, cada hora hasta terminar la botella. Una buena rehidratación compensa la pérdida de líquido causada por la fiebre y la transpiración.
El reposo también es bienhechor porque permite regenerar el organismo. En 2006 un tercio de la población de la isla de La Reunión estuvo afectada por el CHIKV, provocando 203 fallecimientos y un coste total de 43,9 millones de euros. Se calculó que el absentismo debido a esta enfermedad fue de 17,4 millones de euros, y de 6 bajas laborales de cada 10 durante este periodo.
Buenos consejos & Prevención
El chicunguña proviene de la picadura de los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus. La prevención de la enfermedad consiste, por consiguiente, en alejar a estos mosquitos de las viviendas.
– Eliminar las aguas estancadas de los alrededores de las viviendas, que son las zonas de puesta de la hembra: lonas o neumáticos, recipientes o jarrones abandonados en el jardín, desechos y canales mal drenadas.
– Tapar sistemáticamente las piscinas cuando no se utilizan.
– Los momentos más peligrosos en cuanto a las picaduras de mosquitos son el amanecer y el atardecer: hay que prestar especial atención durante estos momentos del día y vestir con ropa que cubra el cuerpo, e huir de los lugares susceptibles de estar infestados por los mosquitos.
– Utilizar mosquiteras, sobre todo por las noches y para la cuna de los bebés.
– En el caso contrario, optar para los difusores eléctricos que suelen proteger durante 8-10 horas. Evitar el uso prolongado en las habitaciones para los niños.
– También se pueden utilizar repelentes naturales en forma de aceite esencial (diluir los aceites esenciales en aceite de almendras dulces) y aplicar sobre la piel: el tomillo, la citronela, el piretro, la lavanda, el geranio o la melisa. Es importante respetar las precauciones de empleo en las mujeres embarazadas y los niños.
Fuentes & Referencias:
Presentación celebrada el 7 de noviembre de 2017 por el Dr. Arvind Chopra, de la universidad de Puna (India), en el congreso anual del American College of Rheumatology (ACR), en San Diego (California). Exención de responsabilidad: esta actividad no ha sido archivada, ni forma parte de la American College of Rheumatology.
G1 del medio de comunicación brasileño Globo, que mencionó el estudio del ministerio de salud de Brasil sobre la caída del cabello (leer en «Síntomas»), American Society of Tropical Medicine and Hygiene (ASTMH), Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, Folha de S.Paulo.
Redacción:
Xavier Gruffat (Farmacéutico)
Créditos de fotos:
Fotolia.com, Creapharma.ch
Artículo actualizado:
El 8 de octubre de 2018.