Muguet (oral)
Definición
El muguet (muguet oral, candidiasis bucal ) es una enfermedad infecciosa causada por una levadura (un tipo de hongos), Candida albicans, que afecta principalmente la mucosa oral.
En general la levadura Candida albicans está presente a nivel de la flora gastrointestinal y genital. En algunos individuos este hongo tiene una tendencia a multiplicarse de manera anormal y provoca síntomas cuando existe un desequilibrio en el ambiente en el que vive, en general cuando el sistema inmunitario está debilitado.
Esta micosis se localiza sobre todo en la boca y afecta principalmente:
– los bebés;
– las personas con un sistema inmunitario deficiente;
– les personas mayores portadores de prótesis dental.
El principal tratamiento del muguet reside en la aplicación de medicamentos antifúngicos directamente sobre la mucosa afectada. Sin embargo, si el muguet está extendido en el resto del cuerpo (esófago, uñas y pliegues cutáneos) prevalecerá un tratamiento por vía oral.
Causas
El hongo Candida albicans es responsable del muguet. En principio nuestro sistema inmunitario es capaz de combatir esta levadura fácilmente. Sin embargo, no es el caso de los recién nacidos, las personas mayores y las personas inmunodeprimidas (el muguet aparece a menudo en las personas con SIDA ya que el sistema inmunitario está debilitado).
Además, determinados tratamientos pueden afectar la mucosa bucal fragilizándola, lo que facilita el desarrollo de la levadura Candida albicans y provoca el muguet.
Estos tratamientos son los siguientes:
– quimioterapia;
– antibioterapia;
– corticoterapia (por ejemplo en el tratamiento del asma);
– radioterapia.
Algunas medidas simples pueden prevenir esta infección en caso de tratamiento con antibióticos o corticoides.
Personas con riesgo
Candida albicans (el hongo responsable de muguet) es en principio un hongo «inofensivo» porque un cuerpo sano impide su propagación, es decir, la aparición de esta afección. Sin embargo, si la levadura se encuentra en personas con un sistema inmune debilitado, ésta puede provocar una infección. Las personas con riesgo son las siguientes:
– recién nacidos y lactantes (éstos no poseen un sistema inmunitario completamente desarrollado);
– personas que llevan prótesis (dañan la mucosa bucal);
– personas inmunodeprimidas (SIDA);
– personas inmunodeprimidas como consecuencia de un tratamiento medicamentoso: antibióticos, quimioterapia, corticoides, radioterapia.
Estas personas con riesgo de desarrollar esta infección pueden impedirlo con medidas simples.
– las personas que han sufrido trasplantes recientemente;
– las personas que se encuentran en los cuidados intensivos;
– los diabéticos.
Síntomas
El muguet se caracteriza por un revestimiento blanquecino que se encuentra en la mucosa bucal de las personas enfermas. Este revestimiento se puede confundir con un residuo de leche después de la toma de leche en los lactantes. Pero si este revestimiento no se quita, estamos delante de un caso de muguet. Hay que recordar que el muguet se puede manifestar tanto en niños como en adultos.
Los síntomas del muguet pueden ser:
– mucosa inflamada, roja y seca. Suele tratarse de la primera fase del muguet.
– la pared bucal se cubre de un revestimiento blanquecino: en la pared de las mejillas, la lengua y la faringe. A nivel del paladar, se pueden observar puntos o manchas blancas y debajo de éstas suele ser rojo. La lengua suele ser blanca, en parte o totalmente.
– dolor de garganta.
– dificultad en tragar cuando el muguet se extiende al esófago; los dolores pueden ser muy fuertes al tragar incluso la propia saliva.
– en los bebés el muguet puede extenderse hacia las uñas y a los pliegues cutáneos.
– sequedad de boca.
– mal aliento.
– pérdida del gusto o una sensación anormal en la boca.
– fisuras a nivel de los labios.
Dolor y muguet
Un dolor de garganta, a veces muy fuerte, también puede asociarse al muguet. El dolor se suele agravar durante la deglución, incluso para tragar la propia saliva. Algunos pacientes también tienen gran dificultad en dormirse, debido al dolor. En el apartado “tratamientos” se citan los analgésicos que se utilizan en caso de muguet.
Diagnóstico
El diagnóstico del muguet se hace de manera clínica. De hecho, el revestimiento blanquecino de la mucosa bucal es muy característico de la enfermedad. Este revestimiento recuerda a la leche cuajada y no se elimina rascando: debe tratarse con un medicamento antifúngico.
Además si el muguet se extiende al esófago, el enfermo siente una molestia al deglutir. En este estadio es necesario un antifúngico por vía oral. Ver también: tratamiento muguet
También es posible diagnosticar el muguet gracias a las muestras de candidiosis de la mucosa y su cultivo con el fin de confirmar la presencia del hongo.
Complicaciones
El muguet es una patología benigna y se trata fácilmente con antifúngicos locales.
Sin embargo, si esta enfermedad no se trata rápidamente el muguet puede extenderse al esófago, provocando una dificultad para deglutir. En este caso el antifúngico local ya no es suficiente y hay que pasar a un antifúngico por vía oral.
Es importante saber que muy raras veces el muguet se extiende hacia otros órganos o alcanza la circulación sanguínea (en este caso se habla de candidemia).
En personas con una inmunidad reducida los síntomas de muguet pueden ser más difíciles de controlar.
Tratamientos
El tratamiento de muguet empieza por la aplicación de antifúngico local en forma de crema: por ej. a base de miconazol (Daktarin gel oral). El fluconazol es otro tratamiento posible por vía oral, incluso cuando el muguet se ha extendido hacia el esófago.
En principio este tratamiento es eficaz. Por el contrario, si el muguet no se ha tratado a tiempo y se ha extendido (en el esófago) será necesario un tratamiento sistémico. En este caso el médico prescribirá un antifúngico por vía oral, por ejemplo a base de terbinafina (Lamisil).
El tratamiento también se puede basar en la toma de nistatina o de clotrimazol.
Tratamiento del dolor
En caso de dolor (por ejemplo, dolor de garganta o dolor al tragar), el médico puede prescribir varios medicamentos: el paracetamol, el ibuprofeno y, en caso de dolor más fuerte (sobre todo en el adulto), cortisona y tramadol. También se pueden utilizar anestésicos a nivel local, en forma de “spray”, pomada, gargarismo o gel.
Remedios caseros (naturales)
– Gargarismo a base de agua salada
– Leche con miel (para calmar el dolor de garganta, a veces provocado por el muguet)
Buenos consejos
– Los bebés son el objetivo principal de la levadura Candida albicans, responsable del muguet. Debido a que esta patología se sitúa sobre todo a nivel de la mucosa bucal, basta con un simple tratamiento antifúngico local. Sin embargo, es importante ser prudente en cuanto a la aplicación del medicamento, existe el riesgo de ahogo si se mete demasiado gel en la boca del bebé.
– para evitar el riesgo de ahogo, aplicar la cantidad de gel en varias veces y en la parte de delante de la boca.
– Mantener el medicamento en boca algunos instantes antes de tragarlo. Este consejo es válido para todos los enfermos.
– Durante la infección es importante tener una buena higiene bucal (cepillarse los dientes al menos 2 veces al día y pasar el hilo dental). Sustituir los cepillos de dientes a menudo por evitar una contaminación.
– Se aconseja comer yogures probióticos: mantener un poco de yogur en la boca durante 1 minuto antes de tragarlo para incrementar el efecto contra la Candida albicans. Si es posible, escoger yogures con Lactobacillus acidophilus.
– Beber bebidas frías o heladas para calmar el dolor.
– Para aliviar el dolor se puede aplicar una bolsa de hielo a nivel de la boca o de la cara.
– Dormir con la cabeza levantada y de espaldas para evitar tragar demasiado la propia saliva (algo que puede ser muy doloroso en caso de muguet), sobre todo si se propaga hacia el esófago.
Prevención
Como recordatorio, el muguet es una patología provocada por la levadura Candida albicans, naturalmente presente en el sistema digestivo y genital. Sin embargo, cuando el sistema inmunitario está debilitado la Candida albicans provoca la enfermedad. Es el caso sobre todo de la antibioterapia de largo espectro y del tratamiento a base de corticosteroides. Algunos consejos de prevención mencionados más arriba tienen como objetivo el de reforzar la inmunidad.
– Las personas que llevan prótesis dentales deben limpiarlas con frecuencia y con cuidado para evitar la propagación de las levaduras.
– Los probióticos están fuertemente aconsejados en caso de tratamiento con un antibiótico de largo espectro. De hecho, el antibiótico (poco específico) también destruye las «buenas bacterias» de nuestro cuerpo (presentes por ejemplo en los intestinos y que participan en el proceso de la digestión) y provoca las diarreas.
Una buena manera de consumir probióticos es comer yogures, sobre todo aquellos a base de Lactobacillus acidophilus.
– Los corticosteroides que se utilizan en caso de asma son en forma de « sprays » o de polvo para inhalación. Estos corticoides debilitan la mucosa bucal y la Candida albicans puede provocar el muguet. Por eso se aconseja aclararse la boca después de su uso. De hecho, se supone que el polvo llega al fondo de los pulmones para tratar el asma. Sin embargo, un residuo de polvo puede depositarse en la boca. Es precisamente este polvo residual que contiene el corticosteroide que hay que eliminar para prevenir la enfermedad.
– En caso de micosis vaginales es importante tratar esta infección lo más rápido posible.
– Adoptar una excelente higiene dental y visitar el dentista de forma regular (al menos una vez al año).
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