Las estatinas son ampliamente utilizadas para hacer bajar la tasa del colesterol malo, sobre todo cuando el riesgo de enfermedades cardiovasculares es elevado. Estos medicamentos suelen prescribirse de por vida y plantean muchas dudas en cuanto a su utilización, sus efectos secundarios, así como la eficacia de las diferentes moléculas que los componen.
1. Entre los medicamentos más vendidos del mundo
Las estatinas forman parte de los medicamentos más prescritos y más vendidos del mundo. El número de pacientes que siguió este tratamiento en Francia y en el Reino Unido en 2013 se estimó en más de 5 millones, y en más de 36 millones en los Estados Unidos. A nivel mundial, casi mil millones de personas deberían (teóricamente) tomar este medicamento hipolipemiante, pero no existen cifras exactas del consumo.
2. Las estatinas disminuyen la tasa de colesterol (LDL)
Las estatinas contribuyen de manera eficaz a disminuir la tasa del colesterol malo (LDL) en sangre. Muchos estudios han demostrado su papel preventivo contra las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio y el ictus cerebral. La toma de estos medicamentos permite bajar el nivel de LDL en sangre, así como la tasa de triglicéridos. Se limita así la formación de ateroma (un sedimento que se instala en la pared interna de la arteria y la tapona). Han surgido varias polémicas alrededor de la utilización de las estatinas, pero un consenso mundial reconoce que son eficaces para disminuir el riesgo cardiovascular en los pacientes con riesgo.
3. Las estatinas no son medicamentos caros
Las estatinas ya han pasado a dominio público. Si bien es verdad que todavía existen algunas marcas protegidas por patente, muchos medicamentos de la familia de las estatinas (como el Lipitor®, a base de atorvastatina) son disponibles en genéricos y en general cuestan menos que otros medicamentos recientes para disminuir el colesterol malo o LDL.
4. Las estatinas pueden provocar efectos secundarios típicos
A las estatinas se les atribuye muchos efectos secundarios, especialmente trastornos musculares, como dolores, rampas, mialgias, o rara vez, una rabdomiólisis. Estos efectos secundarios se ven influenciados por determinados factores como el género, la edad y el estado de salud de los pacientes. En general, aparecen algunas semanas después de la toma de medicamentos.
Según un estudio publicado en julio de 2017 en la revista especializada Annals of Internal Medicine, aproximadamente el 20% de las personas que toman una estatina ha declarado sufrir algún efecto secundario, la mayoría, problemas musculares.
Según un artículo de la universidad de Berkeley en los Estados Unidos de octubre de 2018 (que se remite a la literatura científica), se estima que la prevalencia de los efectos secundarios a nivel muscular se sitúa entre el 7 y el 29% (según varios estudios). Esta gran variación se debe a la dificultad de describir dolores o síntomas musculares (suele ser bastante subjetivo).
Es importante saber que estas cifras se basan en grandes estudios de población, y no en ensayos clínicos controlados. Si se estudian los datos concluyentes de los ensayos clínicos controlados (los pacientes reciben al azar una estatina o un placebo), el riesgo de síntomas musculares como efecto secundario parece ser muy menor: el 5 % o menos, siempre según el artículo de la universidad de Berkeley.
Si una estatina provoca efectos secundarios de tipo muscular, el médico puede prescribir otra estatina antes de cambiar de clase de medicamentos (como el ezetimib).
Las estatinas también podrían aumentar levemente el riesgo de ictus cerebral hemorrágico y provocar trastornos cognitivos. Los resultados de un estudio finés también han demostrado que las estatinas aumentan la resistencia a la insulina y la secreción de insulina. Por lo tanto, los pacientes que siguen este tratamiento podrían ver aumentado su riesgo de sufrir diabetes de tipo 2.
5. ¿Por qué hablar de estatinas en plural?
Se han reagrupado diferentes moléculas en la clase de las estatinas, como la atorvastatina, la simvastatina, la pravastatina, la fluvastatina, la rosuvastatina y la lovastatina (la primera en comercializarse). Los efectos de estas estatinas son casi idénticas en la disminución de la tasa de colesterol y en la reducción del riesgo de accidentes cardiovasculares. Es responsabilidad del médico establecer la prescripción adaptada a cada paciente según el nivel de hipercolesterolemia, higiene de vida, perfil y necesidades.
14.01.2019. Para la redacción de Creasalud.com (supervisión científica por Xavier Gruffat, farmacéutico).
Crédito de foto: Fotolia.com. Crédito de infografía: Pharmanetis Sàrl (Creapharma.ch). Referencias y fuentes: Berkeley (University of California).