NUEVA YORK – Millones de personas en el mundo consumen vitaminas en forma de complementos alimentarios. Algunos consejos pueden ser útiles para garantizar una buena eficacia y seguridad de la toma de estas vitaminas, ya sean en forma cápsula, comprimido o en forma líquida. Estos consejos se aplican sobre todo para las personas que toman productos multivitaminados (por ejemplo, vitaminas del grupo B, vitamina C, vitamina D, vitamina A) con un riesgo de confusión más importante. Una encuesta Gallup de 2013, citada por el New York Times en un artículo de abril de 2018, señaló que el 68% de los americanos mayores de 65 años o más toman vitaminas en forma de complemento alimentario.
1. Tomar con la comida
Es importante tomar las vitaminas durante las comidas. Se sabe que cuando se empieza a comer, el intestino pone en marcha determinados procesos digestivos que permiten una mejor absorción de los alimentos, también de las vitaminas. Además, consumir vitaminas en ayunas pueden provocar efectos secundarios, como náuseas. Cabe destacar que el hierro, que no se trata de una vitamina, en general debe tomarse en ayunas.
2. Atención con el café
Aunque el riesgo de mala absorción es más bien débil con las vitaminas, se aconseja dejar un intervalo de al menos 15 minutos entre un café y la toma de vitaminas. Se trata sobre todo de la absorción de la vitamina D y del calcio (un mineral), que puede ser perturbada por la cafeína. Ahora bien, se sabe que estas 2 sustancias juegan un papel importante para la salud de los huesos.
3. Tomar preferentemente por la mañana
Como las vitaminas del grupo B tienen un efecto sobre todo estimulante, se aconseja tomarlas por la mañana. En cambio, determinados minerales como el calcio y el magnesio, se aconseja tomarlos más bien por la noche porque tienen un efecto calmante.
4. Cuidado con los excesos
Vitaminas como la vitamina E, la vitamina A o el beta-caroteno, pueden ser peligrosos si se consumen en exceso. De hecho, las vitaminas solubles en las grasas (liposolubles), como las vitaminas A, D, E y K, se acumulan más en el organismo que las vitaminas solubles en agua, como las vitaminas del grupo B o la vitamina C. Los científicos estiman que esta acumulación puede (en algunos casos) ser nefasta para la salud. Por ejemplo, las vitaminas y los minerales suelen estar contraindicados en las mujeres mayores. El médico o farmacéutico puede dar más información sobre este tema.
5. Atención a las interacciones
Las vitaminas, que son moléculas químicas, también pueden conducir a interacciones con la toma de otros medicamentos. En general, las vitaminas tienen pocas interacciones si se compara con los minerales (por ejemplo, el calcio). Sin embargo, se sabe que la vitamina E tiene un efecto anticoagulante, y si se toma con fluidificantes sanguíneos, se puede provocar una hemorragia interna. Pedir siempre consejo al farmacéutico o médico antes de una cura de vitaminas, así como otros complementos alimentarios para limitar el riesgo de interacciones.
Artículo actualizado el 22 de enero de 2019. Por Xavier Gruffat (farmacéutico). Fuentes: The New York Times.
Créditos de fotos: Fotolia.com. Infografías: Creapharma.ch (Pharmanetis Sàrl).