Prediabetes
Introducción
La prediabetes es (como su nombre indica) la fase que precede la diabetes de tipo 2. Una persona que sufre prediabetes presenta una glucemia (tasa de glucosa en sangre) superior a la normal, pero no es suficientemente elevada para caracterizar una diabetes. La prediabetes es una fase en la que suele ser posible invertir la tendencia diabética para volver a una tasa de glucemia normal.
A veces también se habla de intolerancia a la glucosa para caracterizar la prediabetes. Siempre es importante tratar la diabetes para evitar cualquier riesgo de complicación, como los trastornos renales u oculares.
La glucemia puede ser evaluada muy fácilmente en un centro de salud (consultorio médico, farmacia, hospital) para saber si se sufre de diabetes o prediabetes. Leer también en “Diagnóstico” más abajo.
Crítica del concepto de prediabetes
En un artículo publicado el 17 de diciembre de 2016 en el New York Times, el famoso diario americano expresa cierta crítica sobre esta nueva “enfermedad”. De hecho, la prediabetes empezó a mediatizarse en los Estados Unidos solo desde 2005. Antes de esta fecha, muy pocas personas conocían este término. Un problema con el concepto de prediabetes es que, según algunas definiciones (leer más abajo), aproximadamente el 80% de los americanos de más de 60 años de edad sufrirían de prediabetes. Algunos especialistas de la salud en los Estados Unidos se preguntan si la prediabetes es un concepto demasiado general, por no decir una “invención de márketing” o una “medicalización” (significa que lo que hasta ahora se ha considerado normal, con el tiempo se convierte en una enfermedad) de la sociedad actual.
La prediabetes en los Estados Unidos
El término “prediabetes” es muy utilizado en los Estados Unidos porque este país de más de 320 millones de habitantes cuenta con un número muy importante de diabéticos y prediabéticos. Los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) estiman que un adulto americano de cada 3 (unos 79 millones) sufre prediabetes, según datos de 2010. La gran mayoría de estos americanos que sufre prediabetes (se estima un 90% en 2018) ignora que sufre de este trastorno metabólico. En 2015 un estudio realizado por el National Institute of Diabetes demostró que el 38% de los americanos padecía de prediabetes o de diabetes. Otra institución, la American Diabetes Association, cuenta hasta 86 millones el número de americanos que sufren de prediabetes.
Los CDC estiman que, sin cambios en el estilo de vida (alimentación y ejercicios, principalmente), entre el 15 y el 30% de las personas que sufren prediabetes desarrollará una diabetes de tipo 2 en los próximos 5 años. El ritmo de progresión de la prediabetes hacia diabetes es más elevado en las personas mayores.
Cambio del estilo de vida
Un punto esencial en las personas que sufren prediabetes es la realización de un cambio de estilo de vida. Existen investigaciones que han demostrado que una pérdida de peso (aunque sea modesta) y la práctica regular de ejercicio físico pueden prevenir o retrasar la aparición de diabetes de tipo 2 en un 58% de los prediabéticos. Cuando se habla de una pérdida de peso modesta se habla de una disminución del 5 al 7% del peso corporal. Por ejemplo, una persona de 80 kg puede disminuir su glucemia (y, por tanto, su riesgo de desarrollar diabetes) perdiendo 4 kg. Practicar al menos 150 minutos de ejercicio físico a la semana también es aconsejable. Comer de forma sana también permite limitar la aparición de diabetes.
Método de prevención eficaz, el National Diabetes Prevention Program
En los Estados Unidos el CDC dirige un programa muy innovador llamado “Programa nacional de prevención de la diabetes (National Diabetes Prevention Program)”, que se basa en la incitación para las personas que sufren de prediabetes a cambiar el estilo de vida. Varias instituciones a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos proponen este programa.
Cada uno de los pacientes que sufren de prediabetes puede atender a algunas sesiones animadas por un coach de salud (lifestyle coach) durante aproximadamente 1 año: el prediabético aprende principalmente a comer de forma más sana y a practicar ejercicio de forma regular. La práctica de ejercicio físico para perder solo un 5% del peso corporal puede ayudar a las células a utilizar mejor la insulina, una hormona clave en el desarrollo de la diabetes.
Es especialmente importante comer alimentos menos grasos, menos azucarados, y dejar de fumar.
Los científicos que han elaborado este programa han demostrado que una reducción de un kg del peso corporal disminuye en un 16% el riesgo de diabetes de tipo 2.
Muy probablemente, esta tendencia de actuar más en prevención se va a generalizar para contrarrestar los costes cada vez más elevados de los sistemas de salud. “Más vale prevenir que curar” cobra aquí todo su sentido.
Otros buenos consejos para prevenir una prediabetes
Además de practicar ejercicio de forma regular y de cambiar su alimentación, existen otros consejos útiles para disminuir la glucemia e invertir esta tendencia diabética:
– Intentar dormir más de 6 horas por noche; lo ideal sería una media de 7 horas todas las noches. Un sueño de mala calidad puede alterar el metabolismo y especialmente el de la glucosa. Las noches cortas de sueño aumentan la resistencia a la insulina, una causa de diabetes de tipo 2.
– Intentar relajarse en función de creencias (rezo, yoga, técnicas de relajación, etc.). El estrés es un factor de riesgo de prediabetes. El estrés aumenta el nivel de cortisol que altera la utilización de la insulina por el organismo. Dormir bien (si es posible, más de 6 horas por noche) es una manera de reducir el estrés.
– Comer alimentos a base de fibras alimentarias de forma regular. Es una buena manera de controlar su glucemia. Las alubias y las frutas contienen una cantidad elevada de fibras. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y aceite de oliva, es excelente para prevenir la aparición de diabetes. Evitar la ingesta de alimentos demasiado azucarados y consumir poca carne.
– Dejar de fumar: el tabaco parece aumentar la resistencia a la insulina. La consecuencia para los fumadores es un aumento del riesgo de sufrir diabetes. Se estima que los fumadores tienen de un 30 a un 40% más de riesgo de sufrir diabetes que aquellos que no fuman.
– Cepillarse los dientes de forma regular. Se estima que una mala higiene bucal, caracterizada por agentes infecciosos a nivel bucal, puede provocar cambios metabólicos con una influencia nefasta en la aparición de diabetes. No olvidar el uso cotidiano del hilo dental.
Otros tratamientos (medicamentos)
En algunas personas que sufren prediabetes se les puede aconsejar una medicación para prevenir la aparición de diabetes de tipo 2. La instauración de una terapia medicamentosa puede estar indicada para personas con varios factores de riesgo y que no logran cambiar sus hábitos alimentarios ni su estilo de vida (sedentarismo). En este caso, los médicos suelen prescribir metformina o acarbosa.
La metformina permite retrasar en unos 15 años la aparición de diabetes de tipo 2, como lo ha demostrado un gran estudio del gobierno americano. La revista americana Prevention estima en una edición de 2018 que la metformina permite reducir el riesgo de diabetes de tipo 2 en un 31%.
Comparación entre la metformina y la cirugía de la obesidad:
Las personas que se les diagnostica prediabetes o diabetes de tipo 2 que ya tienen una banda gástrica (un tipo de cirugía bariátrica para perder peso) presentan una estabilización de la diabetes similar a aquellas que toman únicamente metformina (un antidiabético oral muy utilizado). Además, las personas que realizan una cirugía bariátrica pierden más peso que aquellas que solo toman metformina. Este estudio que tuvo 88 participantes se hizo público el 3 de octubre de 2018 en la revista científica Diabetes Care (DOI: 10.2337/dc18-1662).
Grupos de riesgo de prediabetes
Determinados grupos de personas tienen más riesgo de sufrir prediabetes y diabetes de tipo 2 como:
– Personas de más de 40 años (algunas fuentes hablan de 45 años)
– Personas con sobrepeso u obesas (IMC de 25 o superior), los asiáticos (la American Diabetes Association estima que existe un riesgo a partir de un IMC de 23 o superior)
– Cuando existen casos de diabetes en la familia (componente genético)
– Etnias de origen africano o afroamericano, hispánico (latino), nativos de América, asiáticos o de las islas del Pacífico. Es decir, los caucásicos (blancos) tienen un poco menos de riesgo que las otras etnias.
– Mujeres que hayan sufrido diabetes gestacional
– Personas con tendencia sedentaria (que hacen ejercicio físico menos de 3 veces por semana)
– Personas que sufren de hipertensión o de hipercolesterolemia
Diagnóstico de prediabetes. ¿Cuándo se habla de prediabetes?
Para saber si una persona sufre de prediabetes o de diabetes, el profesional de salud puede utilizar varios métodos. Las 3 pruebas se basan en un análisis de sangre.
– Glucemia en ayunas. Esta prueba determina el nivel de glucosa en sangre (glucemia) en ayunas (la persona no debe haber comido las 8 horas que preceden la prueba). Si el paciente presenta una glucemia entre 100 y 125 mg/dl (de 5.6 mM a 6.9 mM), se habla de prediabetes o de intolerancia a la glucosa, según la ADA (American Diabetes Association). Para la OMS se habla de prediabetes cuando los valores se encuentran entre 110 y 125 mg/dl (de 6.1 mM a 6.9 mM).
– La prueba de tolerancia a la glucosa. Esta prueba determina el nivel de glucosa en sangre en ayunas (no ha comido durante las últimas 8 horas) y debe realizarse 2 horas después de haber bebido un líquido azucarado estandarizado administrado por un médico. En este caso, una glucemia de 140 a 199 mg/dl (de 7.8 a 11.0 mM) significa una prediabetes.
– La prueba de hemoglobina A1C. Esta prueba determina la cantidad de glucosa que se encuentra en los eritrocitos (glóbulos rojos). No es necesario estar en ayunas, lo que representa una ventaja: esta prueba es cada vez más utilizada. Un valor del A1C entre 5,7 y 6,4% indica pre-diabetes. Por debajo de 5,7% el valor es normal, y por encima de 6,4% se trata de diabetes (por ejemplo, de tipo 2).
Cualquier persona a la que se le detecta prediabetes debería seguir un programa para cambiar su estilo de vida y realizarse una nueva prueba de 6 a 12 meses después de la primera prueba.
A partir de los 45 años de edad se recomienda controlar la glucemia todos los 3 años, y todos los años para las personas con riesgo elevado de diabetes o prediabetes.
Fuentes & Referencias:
Webmd.com, National Institute of Diabetes, American Diabetes Association, Centers for Disease Control and Prevention (CDC), The New York Times (edición del 17 de diciembre de 2016), Diabetes Care (DOI : 10.2337/dc18-1662), Prevention (revista americana de prevención).
Personas responsables e implicadas en la escritura de este artículo:
Xavier Gruffat (farmacéutico y redactor jefe de Creapharma), Seheno Harinjato (redactora de Creapharma.ch, responsable infografías), Christine Gruffat (corrección del texto y de la ortografía).
Artículo actualizado:
15 de noviembre de 2018
Créditos de fotos:
Creapharma.ch, Fotolia.com/Adobe Stock.
Infografías:
Creapharma.ch (Pharmanetis Sàrl).