Asma
Resumen sobre el asma
El asma es una enfermedad crónica de los bronquios. Esta afección se caracteriza por las crisis de asma (dificultad para respirar): contracción violenta de los músculos que controlan la apertura y el cierre de los bronquios. Se trata de una enfermedad no transmisible y es la enfermedad crónica más común en niños.
El asma es una enfermedad que mata decenas de personas en el mundo todos los días. Por esa razón, se trata que el propio paciente y el equipo médico tomen esta enfermedad muy en serio.
Las causas, o más bien los factores desencadenantes (especialmente de la crisis de asma), pueden ser una alergia, la contaminación y especialmente sustancias y partículas inhaladas e incluso ciertas condiciones climáticas como el frío. La herencia juega un papel clave en la aparición del asma: se sabe que los hijos de padres asmáticos tienen más riesgo de sufrir esta afección.
Los principales síntomas son dificultad respiratoria (disnea), sensación de opresión en el pecho, la tos e incluso silbidos durante la espiración.
Las principales complicaciones del asma son la asfixia, conque una posible muerte en caso de ausencia del tratamiento adecuado.
El tratamiento del asma consiste principalmente en dos tipos de medicamentos: los broncodilatadores y los antiinflamatorios (cortisona).
Hay que señalar que el tratamiento varía en función del tipo de asma y sobre todo de la intensidad de la enfermedad. Para los casos severos, la terapia es obviamente más pesada: el paciente debe tomar medicamentos todos los días con el fin de prevenir las crisis de asma. Recientemente han aparecido nuevos tratamientos en el mercado para tratar el asma severa e incluso de tipo alérgico.
Aparte de tomar medicamentos para prevenir o tratar el asma de manera adecuada y regular, los principales consejos de terapia y prevención del asma son: evitar fumar y limitar siempre los factores desencadenantes. Por ejemplo, una persona alérgica a los pelos de gato, tiene que evitar ir a las casas y otros sitios con gatos. Los médicos aconsejan cada vez más practicar ejercicio de manera regular para prevenir las crisis de asma. Sin embargo, en caso de asma severa, pedir siempre consejo al médico antes de empezar la práctica de deporte.
Definición
El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios y se caracteriza por las crisis de disnea o crisis de asma (dificultad respiratoria) con silbidos, contracción violenta de la musculatura que controla la apertura y el cierre de los bronquios, asociadas a un edema y a una hipersecreción de mucosas de las vías aéreas.
En caso de crisis de asma, se observa una constricción del calibre de las vías del paso del aire en los pulmones.
A menudo también se observa tos y expectoraciones viscosas.
Se distinguen diferentes formas de asma: el asma alérgica (la forma más frecuente) con una alergia a los pólenes o a la comida, el asma no alérgica (contaminación), el asma de esfuerzo o ligada al deporte, el asma ligada al frío e incluso el asma debida a los medicamentos (asma de “aspirina”).
En caso de dificultades respiratorias es importante consultar un médico. Sin ser alarmante, hay que recordar que el asma mata incluso en los países industrializados y no hay que tomarse esta enfermedad a la ligera. Por desgracia, muchas personas no son conscientes que sufren de asma.
Epidemiología
Se estima que el 2-5% de los adultos y el 10% de los niños sufren asma.
– En los Estados Unidos unos 25 millones de personas sufren asma y esta enfermedad cuesta unos 3.300 dólares por enfermo y por año en tratamientos medicales, días de trabajo y escolares perdidos, y muertes prematuras.
– En el mundo aproximadamente 235 millones de personas sufren asma según la OMS (sitio de la OMS consultado el 17 diciembre de 2013). Se trata de la enfermedad crónica más frecuente en los niños.
La frecuencia del asma es superior en los países con mayor renta como les Estados Unidos o el Reino Unido que en los países con rentas más bajas como Rusia, China o Indonesia.
En el 20% de los casos, el asma es severa.
Mortalidad del asma
En los Estados Unidos se estima que el asma mata a unas 5.000 personas al año (es decir, un poco más de 13 al día).
En Brasil se estima que el asma mata 2.500 personas al año (es decir, unas 7 personas al día).
En Francia, el asma causa la muerte de varias personas todos los días. El diario francés Le Figaro estimaba en un artículo de abril de 2018 que el asma causa la muerte de unas 2.000 personas al año en Francia.
La mayoría de muertes relacionadas con el asma, en todo caso en los países industrializados, pueden estar relacionadas con el mal tratamiento de fondo del asma (ver en tratamiento asma para comprender mejor el tratamiento de fondo). Las personas cesan de tomar su tratamiento preventivo cotidiano y un día llega una crisis y la catástrofe.
Hay que señalar que una parte importante de muertes relacionadas con el asma afecta las personas mayores, especialmente de más de 75 años.
Causas
Todavía no se conocen exactamente las razones por las que algunas personas desarrollan asma y otras no; es posible que se deba a una combinación de factores: factores de influencia genética (factores hereditarios) y factores desencadenantes externos como se mencionan más adelante.
Los principales desencadenantes (o causas) del asma son :
– Los alérgenos (polen, ácaros…), (ver también nuestra página sobre las alergias)
– Los irritantes químicos (tóxicos) o contaminantes, en particular sustancias y partículas inhaladas; según la OMS el humo del cigarrillo podría ser el principal factor de riesgo para el desarrollo del asma
– El esfuerzo (recorrido a pie, deporte,…) combinado, por ejemplo, con el frío
– Factores emocionales (sobre todo el miedo a tener una crisis) y el estrés
– Los enfriamientos y la gripe
– Los medicamentos (por ejemplo los AINES: ácido acetilsalicílico)
– El aire frío: se sabe que en invierno las crisis de asma son más intensas
– Según un estudio publicado a finales de 2008, los niños nacidos por cesárea tienen más riesgo de sufrir asma que aquellos nacidos por vía vaginal [fuente ATS, diciembre 2008].
– Según otro estudio publicado en marzo de 2009, los niños que ven mucho la televisión tienen más riesgo de sufrir asma. Parece ser que el sedentarismo y la falta de ejercicio físico influencian sobre el desarrollo respiratorio, como la contaminación.
– Determinados alimentos como los cacahuetes.
Según un estudio publicado el 20 de agosto de 2016 en la revista científica BMC Pediatrics, los niños que sufren alergia alimentaria presentan un riesgo superior de desarrollar asma. Cerca del 35% de los niños diagnosticados de alergia alimentaria sufre actualmente o va a desarrollar asma, y el riesgo aumenta todavía más cuando sufren alergias a varios alimentos a la vez. Esta tasa del 35% representa el doble del que se observa en la población general (sin alergia alimentaria).
– Un tiempo muy húmedo (humedad del aire muy elevada)
– Determinados perfumes o desodorantes
– Ardor de estómago y sobre todo el reflujo gastroesofágico, ya que podría agravar los síntomas del asma
– Agentes conservantes como los sulfitos
– Alergias a los animales domésticos (gatos, etc.)
– El polvo
– El ciclo menstrual
– Muchas enfermedades respiratorias infecciosas durante la infancia
Conclusión
El conocimiento del factor desencadenante permite al paciente actuar mejor en la prevención y tomar mejor los medicamentos.
Asma y bacterias
– Según investigadores suizos del Centro Hospitalario Universitario del cantón de Vaud (CHUV), los microbios en los pulmones protegen del asma, en todo caso según una experiencia realizada con ratones. Es posible que las primeras semanas después del nacimiento ya deciden si se sufrirá de asma o no, según un estudio publicado en mayo de 2014 en la revista Nature Medicine.
– Durante mucho tiempo se consideró que el pulmón era un órgano estéril y aséptico. Recientemente se ha establecido que, como el intestino o la piel, el órgano respiratorio está colonizado por bacterias. Investigadores en torno a Benjamin Marsland, del Centro Hospitalario Universitario del cantón de Vaud (CHUV), han demostrado con ensayos con ratones, que estos microbios pulmonares protegen del asma alérgica.
– Es muy recomendable tratar bien un resfriado (por ejemplo con lavados) y una tos en los pacientes asmáticos, ya que es muy importante liberar las vías respiratorias con el fin de evitar graves consecuencias en caso de crisis de asma.
Asma y medicamentos; riesgo de asma con medicamentos
– Los medicamentos y el asma pueden formar una asociación peligrosa, sobre todo para las personas con riesgo.
– De hecho, los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), como el ibuprofeno, diclofenaco y el ácido acetilsalicílico [Aspirina®], pueden provocar una crisis de asma, estrechando el diámetro de los bronquios. Así pues, para un asmático con dolor de cabeza es más recomendable tomar un medicamento a base de paracetamol que un AINE.
– En el caso de tomar betabloqueantes, se deberían tomar betabloqueantes selectivos (hablarlo con el médico). Los betabloqueantes no selectivos también pueden contraer los bronquios y provocar una crisis, problema muy conocido en el mundo médico.
Personas con riesgo en caso de asma
- Los niños están dos veces más afectados por el asma que los adultos.
- Es difícil diferenciar un grupo de personas con riesgo, a parte de las personas alérgicas.
Síntomas
Los síntomas típicos del asma son:
– Dificultad para respirar o disnea (que aparece en forma de crisis: crisis de asma)
– Sensación de opresión en el pecho
– Tos (por ej. acompañada de expectoración o flemas). La tos se suele agravar por un episodio de gripe o de enfriamiento.
– Silbidos durante la espiración
– Insomnio
– Fatiga diurna
– Baja de la actividad y absentismo escolar y laboral
Hay que saber que los síntomas del asma se pueden manifestar varias veces al día o a la semana. La intensidad varía de un individuo a otro.
Les médicos también distinguen diferentes estadios del asma (severidad del asma), lo que permite prescribir el tratamiento más adaptado.
Estadios del asma
Se distinguen 3 estadios (a veces se habla de 4 estadios).
– El asma leve: en general este estadio necesita la toma de medicamento contra el asma unas tres veces por semana.
– El asma moderada: la toma de medicamentos puede ir de tres a cuatro veces al día (uso esencialmente de “sprays” o de comprimidos).
– El asma severa: la toma de medicamentos puede ser de hasta tres o cuatro veces al día, como el uso de “sprays”, comprimidos,… se trata de un tratamiento pesado.
Crisis de asma
Qué pasa en caso de crisis?
En caso de crisis de asma la musculatura lisa de los bronquios se contraen violentamente en forma de espasmo, lo que ocasiona una inflamación y a continuación un edema y una hipersecreción de mucosidad a nivel de los tejidos que circundan las vías respiratorias.
Este proceso reduce el diámetro de los bronquios y provoca dificultades respiratorias. La persona debe esforzarse mucho más para permitir la circulación del aire en les pulmones, tanto para hacer entrar el aire como para hacerlo salir.
Cuándo aparece en general una crisis de asma?
En los adultos la crisis de asma tiene tendencia a aparecer por la tarde-noche.
Además de los síntomas mencionados más arriba (dificultad para respirar, tos, silbidos), cuáles son los signos precursores de una crisis de asma?
Antes de una crisis de asma el paciente también puede experimentar dolores de cabeza, trastornos digestivos, estornudos e incluso prurito en el cuerpo.
Diagnóstico
El diagnóstico del asma se basa en un diagnóstico por parte de un médico que formula cuestiones sobre la respiración, si hay tos por la noche,… Además de la anamnesis (historia médica de la enfermedad), el médico también puede emplear un medidor de flujo espiratorio máximo (peak flow meter) que permite efectuar medidas del volumen espirado y da buenas indicaciones sobre la capacidad respiratoria. En general el asmático efectúa las medidas con el medidor de flujo espiratorio máximo en casa varios días y apunta los resultados. El médico los analizará y podrá prescribir, en función del resultado, el mejor tratamiento.
Otros métodos de diagnóstico pueden ser la detección de alérgenos (por varios tests) o radiografías de los pulmones y bronquios.
Espirómetro
Sin embargo, el método más adecuado para diagnosticar el asma es el espirómetro, tal y como lo demuestra un estudio publicado en enero de 2017 en la revista del American Medical Association por la Universidad de Ottawa en Canadá. En particular, el espirómetro mide la dimensión de los bronquios.
Este estudio canadiense ha demostrado que el 33% de los adultos diagnosticados de asma por su médico no sufre esta enfermedad, después de realizar los exámenes pertinentes, sobre todo con el espirómetro.
Complicación
Las complicaciones del asma son, por supuesto, graves trastornos respiratorios que conducen en ciertos casos (por ej. en casos de no respeto del tratamiento) a la asfixia y, por consiguiente, a la muerte.
En Francia el asma es la causa de muerte de varias personas al día, así que se trata de una enfermedad que hay que tomar muy en serio (a veces no se hace).
Consultar el médico
Es absolutamente necesario consultar el médico cuando hay problemas para respirar. Especialmente si el valor del medidor de flujo espiratorio máximo (peak flow meter) se encuentra por debajo del 50% del valor habitual (se trata de una urgencia). Sin embargo, es importante señalar que el asma, siendo una enfermedad crónica, requiere un seguimiento regular de la parte del médico.
Atención: para todo síntoma sospechoso, consultar un médico.
En caso de asma severa, consultar inmediatamente un médico.
Tratamientos
Los medicamentos a disposición para tratar el asma dependen de la gravedad de la enfermedad y siempre son prescritos por un médico.
Como siempre, en medicina se intenta encontrar la causa que ocasiona el asma y tratarla en función de esta causa.
Existen dos grandes clases de medicamentos para tratar el asma ; no obstante, nuevas clases de medicamentos han aparecido recientemente en el mercado (leer más abajo):
– Los broncodilatadores (beta-2-miméticos: salbutamol,…)
– Los antiinflamatorios (los corticoides inhalados o en comprimidos)
En función de la severidad del asma (ver los diferentes estadios), un medicamento de una clase o de las dos (suele ser mejor) son introducidos en la terapia del asma.
La terapia puede ser la siguiente:
– Para un asma leve se utilizan broncodilatadores de tipo beta-2-miméticos (salbutamol, formoterol) o cortisonas en “spray” con baja dosificación.
– Para un asma moderada se utiliza un antiinflamatorio tipo glucocorticoide, a base de cortisona inhalada en “spray”. Atención: la cortisona inhalada no tiene los efectos secundarios que la cortisona en comprimidos porque la cortisona inhalada no pasa al torrente sanguíneo. Sin embargo, un efecto secundario posible de la cortisona inhalada puede ser la posibilidad de desarrollar un muguet (candidiasis oral), por eso se aconseja usar los “sprays” con cortisona antes de las comidas o de beber y aclararse la boca después de la absorción del “spray”.
En general se asocia la cortisona a broncodilatadores de tipo beta-2 miméticos.
También es posible utilizar la teofilina en comprimidos (leer en observaciones).
– Para un asma severa o grave, se utilizan antiinflamatorios de tipo glucocorticoide=cortisona por vía sistémica (en comprimido) combinados con broncodilatadores de tipo beta-2 miméticos y glucocorticoides inhalados, así como la teofilina.
Les corticoides inhalados en toma diaria son inútiles
Un estudio americano publicado el 12 de septiembre de 2012 en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA) llegó a la conclusión que las inhalaciones cotidianas de corticoides para controlar el asma son inútiles. Los investigadores no han constatado ninguna diferencia notable sobre el asma y sus crisis con el hecho de hacer o no dos inhalaciones al día de corticoides.
Atención: respetar siempre el tratamiento propuesto por el médico. Hablar con el médico para encontrar la mejor terapia para tratar y prevenir el asma.
Otros tratamientos contra el asma
Para tratar el asma, el médico también puede prescribir antileucotrienos como el cromoglicato de sodio o el montelukast (un antagonista de los receptores de los leucotrienos). El ketotifeno es otro tratamiento posible contra el asma. Estos medicamentos actúan sobre la reacción alérgica. Estas dos moléculas parecen ser relativamente eficaces en los niños.
Nuevos tratamientos contra el asma severa
Existen medicamentos llamados “biológicos” para tratar el asma severa. El omalizumab es un medicamento que pertenece a esta nueva generación de tratamientos y se utiliza (según nuestras informaciones) en forma inyectable cada 2 semanas y para casos bien precisos de asma. El inconveniente es el coste elevado de estos medicamentos “biológicos”. Hablarlo con su médico para más informaciones sobre estos nuevos tratamientos.
Otros tratamientos posibles para el asma
En caso de asma alérgica, especialmente a un alérgeno bien concreto. Es posible hacer un tratamiento de desensibilización. La ventaja de este tratamiento es que trata la causa. Sin embargo, este método es objeto de polémica porque algunos científicos dudan de su eficacia real. Hablarlo con el médico.
Observaciones sobre los tratamientos del asma
– En los casos de asma de severidad moderada y sobre todo grave, el tratamiento del asma se toma todos los días, en la mayoría de casos, incluso en caso de ausencia de crisis. Se habla entonces de un tratamiento de fondo (un tratamiento para prevenir las crisis de asma). Atención: la instauración de un tratamiento de fondo y de un tratamiento en caso de crisis debe efectuarse únicamente con la ayuda de un médico.
– La terapia del asma puede variar entre un niño (especialmente menores de 5 años) y un adulto. Se sabe por ejemplo que antes de los 5 años se deben administrar los broncodilatadores únicamente por nebulización.
– La teofilina es cada vez menos utilizada para tratar el asma, sobre todo a causa de un riesgo de toxicidad elevada si se sobrepasa la dosis terapéutica. Algunos especialistas recomiendan no utilizar más este medicamento.
– Como ya se ha mencionado anteriormente, el asma mata (en Francia varias personas al día) y por eso es importante conocer bien la posología (cuándo tomar los medicamentos y cómo). En caso de duda, hablarlo con el médico o farmacéutico.
Buenos consejos
– Si se hace un tratamiento a base de cortisona en forma de « spray », aclarar la boca con líquido o comer algo después de haber inhalado la cortisona con el fin de eliminar los restos de cortisona en la boca y evitar el desarrollo de muguet (un efecto secundario frecuente).
– En caso de crisis de asma en una isla desierta o en un lugar perdido (únicamente si no se dispone del tratamiento habitual), siempre se puede recurrir a un café fuerte; de hecho la cafeína tiene un efecto cercano a la teofilina (molécula para tratar el asma) y también puede ayudar ligeramente a dilatar los bronquios.
– Es importante utilizar un peak flow meter (medidor de flujo espiratorio máximo) para medir y diagnosticar el nivel de asma. Se trata de un aparato que mide el volumen de aire expirado, y así en función del volumen expirado se puede adaptar la terapia: una ayuda valiosa para los asmáticos.
– Según investigadores suizos del Centro Hospitalario Universitario del cantón de Vaud (CHUV), comer frutas y verduras ricas en fibras podrían tener un efecto preventivo contra el asma alérgica modificando la flora microbiana. En las mujeres embarazadas, esta protección podría extenderse a los recién nacidos.
– Evitar fumar.
Asma y vitamina D
– Un estudio publicado en octubre de 2016 en el marco de la Cochrane Review demostró que la toma de vitamina D en forma de complemento alimentario en los asmáticos, además de un tratamiento estándar contra el asma, disminuye el riesgo de crisis graves de asma de forma significativa, sin provocar efectos secundarios. Este trabajo de investigación sometido a 9 estudios clínicos ha sido llevado a cabo por un especialista del asma, el Profesor Adrian Martineau de la Queen Mary Universitiy en Londres.
– Frutas y verduras
Un estudio francés publicado en julio de 2018 confirmó los resultados de los investigadores suizos. De hecho, las personas que tienen una alimentación sana (especialmente rica en frutas, verduras y cereales integrales) suelen tener menos síntomas de asma y tienen un mejor control de la enfermedad. Los investigadores observaron que para los hombres que comen de forma sana, el riesgo de tener síntomas de asma difíciles de controlar era un 60% más bajo que los demás hombres interrogados; en las mujeres, esta cifra era de un 27%. Las frutas y verduras son ricas en nutrientes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, lo que parece explicar la acción positiva en los síntomas del asma. Este estudio francés se publicó en línea el 11 de julio de 2018 en la revista científica European Respiratory Journal (DOI: 10.1183/13993003.02572-2017).
Prevención
– Una vez más es importante recordar que la mejor prevención del asma es respetar perfectamente la terapia instaurada por el médico: si el médico pide tomar los medicamentos todos los días (tratamiento de fondo), es absolutamente necesario seguir sus recomendaciones. La mayor parte de los casos de muerte a causa del asma están relacionados con el no respeto de la toma de medicamentos.
– Si se tienen niños de baja edad, es absolutamente necesario no fumar cerca de ellos (no fumar en casa): está probado que el humo de cigarrillo favorece el desarrollo del asma en los niños; este riesgo puede multiplicarse por cinco.
– Evitar todo contacto con los alérgenos, éstos pueden provocar una crisis de asma. Hay que señalar un riesgo particular con los gatos, sobre todo si se es alérgico, ya que los pelos (o más bien la saliva del gato que se encuentra en los pelos) son muy alérgicos y pueden provocar una crisis de asma severa. Evitar comprar ropa o muebles a base de productos de animales (las pieles, por ejemplo).
– Para limitar el riesgo de alergia, privilegiar los productos de limpieza naturales a los químicos para limpiar el hogar. Para limpiar el hogar, es preferible utilizar un aspirador (a ser posible con un pequeño filtro de partículas) para eliminar bien todo el polvo.
– Se aconseja practicar deporte, preferentemente un deporte de resistencia. El deporte por excelencia es la natación, sobre todo si se practica en un ambiente húmedo y cálido. Evitar por ejemplo el footing en invierno que puede provocar un asma de esfuerzo debido al frío y a los deportes de esfuerzo repentino. En caso de asma severa, pedir consejo al médico antes de emprender ejercicios físicos intensos.
– El ardor de estómago, y sobre todo el reflujo gastroesofágico (RGE), puede agravar los síntomas del asma y dañar los pulmones. Tratar el RGE también puede mejorar el asma; hablarlo con el médico.
– Intentar perder peso. Se sabe que el sobrepeso puede agravar las crisis de asma.
– Limitar las infecciones respiratorias y enfermedades como la pulmonía, la bronquitis o la tos. Estas infecciones pueden agravar el asma obstruyendo las vías respiratorias.
– Mantener las sábanas y las fundas de nórdico limpias, ventilarlas cuando sea posible (si es posible, una vez todos los días) dejándolas al aire libre y al sol.
– El aire acondicionado puede ser beneficioso en caso de asma reduciendo la humedad del aire (un factor de riesgo). En países cálidos, el aire acondicionado permite cerrar las ventanas para evitar la entrada de alérgenos (el polen, por ej.). También se puede utilizar un ventilador, siempre que se cierren bien las ventanas.
– Si es posible, evitar utilizar alfombras o cortinas demasiado grandes porque pueden retener una cantidad importante de polvo y pueden facilitar la presencia de ácaros.
Lactancia y asma
Según un estudio publicado en 2017, la lactancia materna prolongada y exclusiva de los bebés estaba asociada con una disminución del riesgo de desarrollar un eccema atópico varios años después en la adolescencia, pero parece no tener ningún efecto protector sobre la función pulmonar y el asma. Este trabajo de investigación se realizó en Bielorrusia en 13.557 adolescentes nacidas 16 años antes cuando sus madres participaban en un ensayo de promoción de lactancia materna en las maternidades y clínicas afiliadas bielorrusas. Este estudio se publicó el 13 de noviembre de 2017 en la revista científica JAMA Pediatr. (DOI:10.1001/jamapediatrics.2017.4064).
– Además de mejorar los síntomas (leer más arriba en Buenos consejos), una alimentación sana rica en frutas y verduras ayuda, según un estudio francés (DOI: 10.1183/13993003.02572-2017), a prevenir el asma. Los científicos constataron que los hombres que tenían una alimentación sana tenían un 30% menos de riesgo de sufrir síntomas de asma; en las mujeres, esta cifra era de un 20%. Más información sobre este estudio en el apartado Buenos consejos más arriba, en Frutas y verduras.
Fuentes & Referencias:
JAMA Pediatr. (DOI:10.1001/jamapediatrics.2017.4064), Mayo Clinic, European Respiratory Journal (DOI: 10.1183/13993003.02572-2017).