Gel de aloe
Para tratar y calmar de forma natural las quemaduras producidas por el sol o las quemaduras de primer grado, a veces también indicada en caso de heridas (por ejemplo, después del rasurado). Para tratar las ampollas. Para combatir el eccema (también urticaria, dermatitis atópica, irritaciones). Contra la psoriasis. En caso de piel seca. En caso de cicatrices. Contra las aftas. En caso de callos y durezas.
Más información sobre la utilización en función de cada enfermedad en Posología (más abajo).
Planta de áloe (Aloe vera), comercializado en herboristerías y otros establecimientos. Se trata de una planta fácil de cultivar en casa.
– Cortar las hojas preferiblemente en sentido longitudinal (la imagen muestra un corte transversal, justo lo contrario).
– Extraer el jugo resinoso (gel de áloe) que se desprende del corte.
– En caso de quemaduras de todo tipo o de heridas leves (por ejemplo, después del rasurado), aplicar el gel de áloe directamente sobre la zona afectada. Si es necesario, repetir la aplicación varias veces al día. Leer también más abajo una receta especial en caso de quemaduras a base de áloe.
– En caso de ampollas, aplicar el gel fresco directamente sobre la zona dañada y cubrirla con un apósito o con una gasa.
– En caso de eccema, aplicar directamente sobre la zona afectada; si es posible, utilizar gel fresco de áloe (las preparaciones que se encuentran en el comercio suelen contener alcohol y pueden resecar la piel).
– En caso de psoriasis, aplicar el gel fresco de áloe varias veces al día sobre la zona afectada por esta enfermedad dermatológica. Aplicar hasta obtener alivio.
– En caso de piel seca, aplicar el gel directamente sobre la zona afectada.
– En caso de cicatriz, aplicar el gel de áloe varias veces al día directamente sobre la cicatriz.
– Contra las aftas: aplicar un poco de gel de áloe directamente sobre las aftas con la ayuda de un bastoncillo de algodón. Repetir la aplicación varias veces al día hasta que el dolor desaparezca. El áloe permite disminuir especialmente el dolor en caso de aftas.
– Para eliminar los callos y durezas, aplicar el gel de áloe directamente sobre la zona en cuestión y cubrir con un apósito o una gasa y dejarlo toda la noche.
Emplear inmediatamente después de la extracción.
– Aproximadamente el 99% de la composición del gel de áloe es agua. El resto de componentes son básicamente aminoácidos, vitaminas (A, C y E) y otros nutrimentos.
– Se puede comprar en farmacias, parafarmacias y otros establecimientos, pero es importante saber que el gel de áloe más eficaz es el que se extrae directamente de la planta.
– Algunos especialistas recomiendan conservar las rodajas o trozos de áloe en el congelador. El áloe congelado permite de hecho tener, además de la acción de esta planta, un efecto analgésico en caso de quemadura.
– Las hojas de áloe no se conservan bien: se estima que se conservan de 2 a 3 semanas en la nevera: por eso, es preferible cortar la hoja cuando se necesita, o ponerla en el congelador.
– Para recoger el gel, cortar las hojas de áloe por la base de la planta.
– Se cree que la sábila aumenta la producción de colágeno, una proteína estructural de la piel, que podría ayudar al proceso de curación, por ejemplo en heridas o quemaduras. El aloe también tiene efectos antiinflamatorios y antisépticos.
Receta especial en caso de quemaduras:
Ingredientes:
– 60 gr de hojas de aloe
– 1 gr de vitamina C en polvo
– 800 U.I. de vitamina E en forma aceitosa (por ej. en venta en cápsulas en farmacias, se vacía la cápsula para extraer aproximadamente 800 I.E. de aceite de vitamina E, pedir consejo a vuestro farmacéutico)
– algunas gotas de aceite esencial de lavanda
Receta:
– Quitar la piel del aloe, cortarlo en rodajas
– Meter en una batidora todos los ingredientes
– Mezclar
– Conservar le mezcla en un recipiente limpio y hermético en el frigorífico
Esta mezcla se conserva durante aproximadamente 2 meses
Posología:
Aplicar esta mezcla varias veces al día en las quemaduras (de 1er grado).