Quemaduras producidas por el sol
Definición
Las quemaduras producidas por el sol, también llamadas eritemas solares en lenguaje médico o en latín Dermatitis solaris, se definen como una quemadura de la piel superficial de 1er grado e incluso como una inflamación aguda de la piel.
Parece ser que ciertos dermatólogos prefieren el término de inflamación en lugar de quemadura ya que el proceso biológico que se encuentra detrás de esta afección es justamente de tipo inflamatorio.
Investigadores americanos confirmaron esta hipótesis en julio de 2012: observaron que en los ratones los rayos ultravioletas de la luz del sol dañan una pequeña molécula de ARN en los queratinocitos (células de la capa superficial de la piel que sintetiza la queratina). Esta molécula modificada provoca una reacción en cadena que conduce a una inflamación de la piel.
Por eso en el tratamiento se utilizan antiinflamatorios, en general en forma de crema.
En general estas quemaduras se producen cuando una persona se expone demasiado tiempo al sol. También es posible quemarse en un día nublado (principalmente en los países tropicales y subtropicales) porque los rayones UV, en particular los UVB, atraviesan las nubes y llegan a la piel.
También pueden producirse quemaduras después de la exposición a los rayos UV superficiales, como en las cabinas de bronceado.
Nuestra piel tiene una protección natural frente al sol: la melanina, un pigmento que da color a la piel y le ofrece una cierta protección frente a los rayos del sol. En caso de pieles claras la concentración en melanina es más baja y el riesgo de sufrir una quemadura es más elevado.
Las quemaduras producidas por el sol comportan dos fases:
– el enrojecimiento de la epidermis (sensación de quemadura, pero que se parece más a una inflamación; leer más arriba).
– la epidermis empieza a pelarse. Se habla de descamación.
Albinismo (influencia de la melanina)
Las personas que sufren de albinismo, con poca o ninguna producción de melanina, tienen un riesgo significativamente mayor de quemaduras solares y cáncer de piel.
Causas
La causa más frecuente de quemaduras es una exposición excesiva y/o mal protección contra los rayos ultravioletas del sol (UVA y sobre todo UVB). Los UVB son, de hecho, los principales responsables de las quemaduras producidas por el sol.
Ciertas personas tienen más riesgo que otras, sobre todo los niños (que tienen una piel muy sensible) y las personas de piel clara (rubias o pelirrojas) ya que tienen la piel pobre en melanina (una molécula que protege la piel contra la exposición al sol).
Es necesario saber que la intensidad del sol puede aumentar en un 30% en una playa o en la nieve debido a la reflexión del sol en la arena, el agua o la nieve respectivamente. Así pues, en estas situaciones será necesario protegerse aún más del sol que en otros sitios.
Las cabinas de bronceado (bronceado artificial) también pueden provocar quemaduras.
Algunos medicamentos, especialmente las tetraciclinas (doxiciclina, minociclina,… una clase de antibióticos a menudo utilizados para los problemas de acné), pueden favorecer la aparición de quemaduras producidas por el sol porque sensibilizan la piel frente al sol. En este caso se habla de medicamento fotosensibilizante. Con la toma de tetraciclinas se aconseja limitar la exposición al sol o protegerse del sol con un índice de protección (IP) superior a 25.
Existen otros medicamentos que pueden sensibilizar la piel frente al sol pero estos efectos secundarios son raros, como los AINES (por ej. el ibuprofeno), las quinolonas, la furosemida, la hidroclorotiazida (HCTZ) o las fenotiazinas.
Síntomas
Después de una exposición demasiado intensa al sol, la piel (mejor dicho, la epidermis) enrojece y aparecen irritaciones (picazón, hormigueo). También se puede observar dolor y una sensación de calor. En los casos graves el paciente puede presentar ampollas y sufrir insolación. Algunas veces aparece fiebre, cansancio y dolor de cabeza.
De hecho, en las quemaduras producidas por el sol se distinguen dos fases
El primer síntoma de la quemadura producida por el sol es la aparición de una rojez o eritema unas 3 o 5 horas después de la exposición al sol. Al cabo de 12 o 24 horas de la exposición al sol se pueden agravar los síntomas con dolor y quemaduras.
Esta primera fase dura dos o tres días, después la rojez desaparece y en la siguiente fase la piel empieza a secarse y descamarse (pelarse).
Las quemaduras de sol pueden aparecer en el rostro (a menudo ya que esta parte del cuerpo suele estar expuesta) o en todo el cuerpo, por ejemplo si la persona va con traje de baño. Las personas calvas también pueden quemarse fácilmente en la parte superior del cráneo, por eso se aconseja el uso de un sombrero o gorra.
Los hombros también son zonas del cuerpo propicias a las quemaduras producidas por el sol.
Complicaciones
Aunque es cierto que un cuerpo bronceado es bonito y está de moda, una exposición repetida al sol daña y envejece enormemente la piel.
Sufrir varias quemaduras de sol, sobre todo durante la infancia, a largo plazo puede favorecer el desarrollo de un cáncer de piel (y sobre todo el melanoma). Según un estudio de Harvard publicado en mayo de 2014 realizado en más de 100.000 mujeres que habían sufrido al menos 5 quemaduras de sol (de edad entre 15 y 20 años) presentaron un 80% más de riesgo de desarrollar un melanoma algunos años más tarde.
Problemas oculares como la aparición de una catarata o un envejecimiento prematuro con la formación de arrugas son otras complicaciones de repetidas quemaduras de sol.
Hay que evitar al cien por cien las quemaduras producidas por el sol.
Tratamientos
El tratamiento de las quemaduras producidas por el sol consiste en proteger o tratar la piel antes (1), durante (2) o después (3) de la exposición al sol.
Antes de exponerse [prevención] es importante untar la piel con crema solar (con un índice de protección más alto para las personas con riesgo).
Hay que renovar la aplicación de la crema solar cada dos horas aproximadamente y evitar exponerse al sol durante las horas más intensas (entre las 11h y las 15h), ya que se trata del momento en el que los rayos ultravioletas del sol son más intensos.
Si a pesar de las precauciones tomadas (puntos 1 y 2) aparecen quemaduras, hay que tratarlas con cremas, por ejemplo a base de hidrocortisona al 1%. La hidrocortisona es un antiinflamatorio muy eficaz (ver también: definición de las quemaduras producidas por el sol para comprender por qué se utiliza un antiinflamatorio).
También es posible utilizar cremas a base de diclofenaco (un antiinflamatorio).
Si el dolor es demasiado intenso, la toma de analgésicos (paracetamol) o de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como la aspirina o el ibuprofeno está recomendada. Debido al carácter inflamatorio de las quemaduras producidas por el sol (leer en “definición”), la toma de AINEs está especialmente aconsejada. Evitar la aspirina en los niños.
Las quemaduras producidas por el sol resecan la piel. Por eso, se aconseja aplicar una crema muy hidratante todas las noches (por ejemplo, cremas a base de urea, una molécula rehidratante).
Para calmar y aliviar el dolor se pueden aplicar compresas frías, como utilizar un paño húmedo con agua fría. También se aconseja tomar un baño de agua fría o templada.
También es posible añadir 1 cuarto de taza de bicarbonato de sodio en este baño, especialmente si la envergadura de las quemaduras producidas por el sol es importante.
En caso de quemaduras solares severas (ampollas, fiebre, etc.), consultar rápidamente un médico.
Plantas para las quemaduras producidas por el sol
– En caso de una quemadura solar, el uso de una pomada o loción a base de aloe vera (áloe) puede ser muy útil como cicatrizante, desinfectante y sobre todo como hidratante.
Para las quemaduras producidas por el sol, privilegiar un gel de áloe muy frío (guardarlo en el frigorífico). Aplicar sobre la piel quemada por el sol varias veces al día.
– La remolacha y la zanahoria (ricas en carotenoides) podrían tener un efecto preventivo en las quemaduras solares.
– La caléndula y el árnica, en crema o en pomada, pueden aliviar los dolores relacionados con las quemaduras producidas por el sol.
Remedios caseros contra las quemaduras producidas por el sol
También se pueden utilizar remedios naturales (remedios caseros) como:
– Zumo para broncear (a base de zanahoria y remolacha)
Otros remedios naturales:
Ojos y mejillas con quemaduras solares
También es posible aplicar bolsitas de té negro o verde directamente sobre las quemaduras producidas por el sol, ya que estas plantas son ricas en taninos. Sólo hace falta mojar con un poco de agua fría las bolsitas de té y aplicarlas sobre la piel a nivel de ojos o de mejillas.
Aceites esenciales
Los aceites esenciales como los de lavanda y manzanilla, que tienen propiedades antiinflamatorias, pueden ser eficaces para tratar las quemaduras producidas por el sol. También es posible, por ejemplo, preparar un spray contra las quemaduras producidas por el sol mezclando unos 250 ml de agua con 16 gotas de aceite esencial de lavanda. En lugar de lavanda, también se puede emplear la manzanilla o la menta. Esta última planta, rica en mentol, permite sobre todo enfriar la piel. Antes de aplicar, mezclar bien. Aplicar esta mezcla varias veces al día directamente sobre las quemaduras, siempre evitando la zona de los ojos.
Buenos consejos
– Cuando aparece fiebre o se infectan las ampollas abiertas, es necesario consultar un médico.
– Tomar duchas (o baños) frías para refrescar la piel. El agua fría refresca la quemadura pero también ejerce un efecto analgésico y antiinflamatorio.
También es posible aplicar sobre la zona afectada una toalla empapada de agua fría.
Evitar los cubitos o el hielo (incluidas las bolsas de gel frío) ya que la diferencia de temperaturas puede ser demasiado importante y puede dañar la piel e incluso los nervios.
– Untar la piel con lociones a base de vitamina E o áloe para tener un buen cuidado de la piel.
– Evitar los cosméticos, perfumes y otros medicamentos (como algunos antibióticos) que podrían provocar efectos secundarios a nivel cutáneo (alergia) durante la exposición solar.
– Es muy importante protegerse bien del sol (cremas solares, gafas, ponerse gorras o sombreros).
Todas estas medidas son esenciales para evitar las quemaduras solares. Consejos para protegerse del sol
– Consumir alimentos a base de zanahoria: zanahoria fresca o zumo de zanahoria. Efecto favorable en complemento de las cremas solares (según estudio publicado en junio de 2008).
– El calor, a menudo asociado a una quemadura solar, favorece la deshidratación. Es indispensable beber mucho para prevenir y tratar una quemadura producida por el sol. Privilegiar el agua y evitar las bebidas gaseosas.
– Evitar reventar las ampollas provocadas por las quemaduras solares. Si las ampollas aparecen en una superficie importante del cuerpo, consultar un médico. Es importante saber que las ampollas actúan como una película protectora y limitan el riesgo de infecciones.