Ajo
Resumen
El ajo es una planta medicinal utilizada contra la arteriosclerosis y la hipertensión. A menudo se consume en forma de cápsulas o comprimidos.
Nombre español: ajo, ajo blanco
Más abajo; leer más informaciones sobre el ajo negro
Nombre binomial: Allium sativum L.
Existen diferentes variedades de ajo.
Nom portugués: alho
Nombre inglés: garlic
Nombre francés: Ail, ail blanc
Nombre alemán: Knoblauch
Nombre italiano: aglio
Nombre arabe: توم
Nombre russe: Чеснок
Liliaceae
Nota: la cebolla pertenece a la misma familia que el ajo.
Aceite volátil de sulfuro (aliína, alicina), azufre, selenio
Bulbo de ajo, clavo de olor
Antibacteriano, antibiótico, antimicótico, hipolipemiante (reduce el colesterol “malo”, LDL, y aumenta el bueno, HDL). Hipotensión (vasos dilatados), inhibidor de la agregación plaquetaria (efecto en la trombosis), expectorante, vermífugo (combate las lombrices en niños y adultos) en asociación con el tomillo, por ejemplo.
El ajo actúa como antibacteriano contra diferentes cepas que provocan diarrea como: Salmonella, Escherchia coli, Entamoeba histolytica y Giardia lamblia.
Uso por vía interna (cápsulas, comprimidos, jarabes)
Hipertensión, colesterol, problemas gastrointestinales, diarrea (gracias a su efecto antibacteriano; leer en Efectos más arriba), picaduras de insectos (prevención a través del efecto repelente del ajo), bronquitis, dolor de garganta. Prevención del cáncer si se consume durante un período prolongado.
Atención: La hipertensión y los problemas asociados con el colesterol son condiciones graves para las cuales el ajo puede ser una medida complementaria eficaz pero no el tratamiento principal, consulte siempre a un médico.
Uso externo
Verrugas, inflamación del oído (otitis), lombrices intestinales.
Mal aliento. Posibles efectos gastrointestinales con altas dosis.
Ninguna conocida.
Posible interacción con la warfarina (molécula anticoagulante) o la aspirina. Aún cuando no se conocen casos concretos, el ajo podría aumentar el efecto de la warfarina y provocar una hemorragia. Posible interacción con algunos medicamentos contra la diabetes (posibilidad de desarrollar hipoglucemia).
– Comprimidos de ajo (contra la hipertensión y el colesterol)
– Cápsulas de ajo (conteniendo aceite de ajo) – Indicado contra la hipertensión y el colesterol
– Jarabe de ajo, indicado contra la tos
– Diente de ajo, contra el dolor de garganta
– Ajo en polvo, como desinfectante
– Leche de ajo
– Pomada de ajo
– Aceite de ajo
El ajo crece en muchas partes del mundo (Europa, América y Asia). Se estima que su origen es Asia central.
Las flores de ajo crecen en junio.
Es importante saber que el ajo blanco no crece en estado silvestre, y debe ser cultivado. Se estima que el ajo se cultiva desde hace más de 7.000 años.
La recolección del ajo en Europa y América del Norte se realiza principalmente en julio y parte del mes de agosto.
– El ajo posee un efecto desagradable: Desprendimiento de mal olor que emana a través de la transpiración, la nariz o la boca. Justamente la molécula que asegura la eficacia del ajo como planta medicinal es la misma que provoca este olor típico.
Ajo negro
– También existe el ajo negro, es decir, el ajo blanco o cultivado (Allium sativum L.) sometido a alta temperatura. La ventaja del ajo negro es que no causa mal aliento como el ajo blanco. Según algunos estudios publicados sobre todo en 2015, el ajo negro podría tener propiedades medicinales parecidas a las del ajo blanco; no se han hecho suficientes estudios para comprender bien sus propiedades. El ajo negro se obtiene sometiendo los bulbos de ajo blanco a alta temperatura durante semanas o meses. Como se calienta, a diferencia del ajo blanco, el ajo negro no contiene alicina. Sin embargo, el ajo negro sí contiene S-alilcisteína (SAC), antioxidante que también se encuentra en el ajo blanco.
El ajo negro se utiliza sobre todo en Asia.
– Es una planta que ha sido intensamente estudiada. Segun la mayoría de los estudios clínicos, el ajo podría ser eficaz en la prevención de ciertas enfermedades cardiovasculares como la prevención o aquellas asociadas con el colesterol.
– Durante la primera guerra mundial el ajo fue utilizado como antibiótico. Hoy en día disponemos de antibióticos más fuertes, aún así el ajo se emplea contra dolores de garganta, por ejemplo.
– La alicina es una sustancia importante del ajo, con efectos antioxidantes que ejercen sobre todo un efecto preventivo sobre el cáncer. Se trata de un compuesto organosulfurado.
Para un efecto preventivo sobre la salud, se aconseja comer un diente de ajo todos los días, si es posible crudo (por ej. en ensalada) o, si es cocinado, no debe superar una temperatura de cocción de más de 60°C, para evitar una pérdida de sus propiedades. Si se consume el ajo crudo, se recomienda cortarlo muy fino y esperar de 5 a 10 minutos antes de su consumo, ya que durante este periodo se observa una liberación máxima de alicina.
Según un estudio chino, consumir ajo todos los días disminuye un 44% el riesgo de cáncer de pulmón. Entre los fumadores, este riesgo se reduce un 30%. El estudio se hizo con 6000 personas y se realizó por el Centro de Control y Prevención de la Provincia de Jiangsu, en China.
– En 1858 en Francia, el químico y microbiólogo Louis Pasteur fue el primer científico que documentó la capacidad del ajo para inhibir el crecimiento bacteriano. Para llegar a estas conclusiones Louis Pasteur puso unos dientes de ajo en una cápsula de Petri llena de bacterias. Unos días más tarde observó zonas sin bacterias alrededor de cada diente de ajo. Esta investigación marcó el principio de miles de estudios publicados posteriormente sobre el ajo, una de las plantas medicinales más estudiadas del mundo.
Sin embargo, es importante decir que el ajo no tiene un efecto bactericida tan potente como los antibióticos químicos (medicamentos antibióticos). El ajo es un antibiótico de amplio espectro, como la penicilina: actúa contra muchas bacterias que provocan enfermedades. En esta época marcada por un aumento del nombre de bacterias resistentes a los antibióticos, el ajo podría convertirse en una alternativa a los antibióticos (químicos).
– En la medicina tradicional china el ajo se utilizaba sobre todo al principio de nuestra era para remediar los trastornos digestivos.
– Durante la Edad Media el ajo se cultivaba en los jardines de plantas medicinales de los monasterios y se utilizaba principalmente para tratar diferentes trastornos digestivos.
Fuentes (referencias): National Geographic, The Wall Street Journal (edición del 21 de junio de 2016)