Menopausia
Definición
La menopausia se caracteriza por una interrupción fisiológica de los ciclos menstruales, debido al cese de la secreción hormonal de los ovarios (estrógenos y progesterona). Se habla de menopausia cuando una mujer deja de menstruar durante 12 meses consecutivos.
Edad de la menopausia
La menopausia suele aparecer entre los 50 y 52 años de edad, aunque a veces puede ser entre los 40 y 55 años. En los Estados Unidos la edad media de la aparición de la menopausia es a los 51 años.
En Brasil, según un estudio realizado en Sao Paulo en 2010 (en 10 años y 6000 mujeres) la edad media para la menopausia es de 48 años.
Para resumir, la menopausia se desarrolla en 2 etapas (perimenopausia):
– La premenopausia (que puede durar varios meses, incluso años), con los síntomas de la menopausia posibles.
– La menopausia (que dura entre 6 meses y 1 año). El periodo que le sigue se califica de postmenopausia (igualmente con los síntomas de la menopausia posibles).
La menopausia (de hecho, la postmenopausia) representa aproximadamente la mitad de la vida de una mujer occidental si se considera una esperanza de vida de unos 80 años. Varias generaciones atrás, pocas mujeres vivían más allá de la edad de la menopausia.
Epidemiología
La Universidad de Pittsburgh, que realizó un estudio sobre los sofocos en 2016 (leer más abajo en « Síntomas »), estima que cerca del 80% de las mujeres sufre a veces de sofocos, de transpiración nocturna o bien de ambos durante la menopausia.
Causas
La menopausia afecta todas las mujeres y es un proceso hormonal natural. Se trata de una interrupción fisiológica de los ciclos menstruales. La menopausia está provocada por el cese de la secreción hormonal de estrógenos y de progesterona por parte de los ovarios. La menopausia pone fin al periodo de las menstruaciones y de la fertilidad.
Durante la menopausia a menudo se observa un aumento de peso, que se debe sobre todo a una caída de la concentración de estrógenos, lo que provoca una disminución de la masa muscular. Se sabe que el músculo consume más calorías que la grasa; como consecuencia, una disminución de la masa muscular necesita una reducción del aporte calórico diario.
Durante la menopausia, es esencial comer alimentos menos ricos en calorías y cambiar ciertos hábitos alimentarios. Sobre todo, se aconseja consumir alimentos con un bajo índice glicémico.
Causas de los sofocos
– En octubre de 2016, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y publicado en la revista especializada Menopause, revela que los sofocos y los episodios de transpiración nocturna podrían ser debidos a variantes genéticas (14 variantes) localizadas en el cromosoma no 4. Estas variantes afectan un receptor en el cerebro que regula la liberación de estrógeno, lo que provocaría los síntomas vasomotores de la menopausia (sofocos y transpiración nocturna).
– Un estudio publicado en mayo de 2017 demostró que las mujeres con obesidad (IMC superior a 30) sufrían más sofocos durante la menopausia que las mujeres más delgadas. Una posible explicación de estos síntomas más marcados en las mujeres obesas es que el tejido adiposo actúa como un aislante térmico fuerte. Este aislamiento dificulta la distribución del calor, lo que conduce a las mujeres obesas a sufrir más sofocos. Este estudio fue publicado el 29 de mayo de 2017 en la revista científica americana de referencia Menopause.
Síntomas
De entrada, hay que señalar que los síntomas de la menopausia varían de una mujer a otra, lo que significa que algunas tienen síntomas marcados e importantes, mientras que otras sólo tienen síntomas leves, e incluso ninguno.
También hay que saber que la extirpación del útero y los ovarios provoca una menopausia sin fase de transición (sin premenopausia). En este caso, los síntomas suelen ser marcados con importantes sofocos.
También se distinguen los síntomas de la premenopausia (1) de la menopausia (2).
1. Síntomas posibles durante la (pre)menopausia (antes y/o después de la menopausia)
– Menstruaciones en general irregulares (demasiado abundantes o menos abundantes), menstruaciones demasiado cortas con posibles sangrados entre las menstruaciones.
– Trastornos psíquicos: irritabilidad, ansiedad, tristeza.
– Trastornos físicos: senos dolorosos, cefaleas, migrañas, aumento de peso, sofocos irregulares, cistitis más frecuentes
– A veces trastornos idénticos a los de la menopausia (ver más abajo).
2. Síntomas posibles de la menopausia propiamente dicha (dura de 6 meses a 1 año, estadísticamente de media a los 52 años. Atención: para los sofocos los síntomas pueden durar varios años, leer más abajo)
– Amenorrea (ausencia de menstruaciones o el cese de las menstruaciones)
– Sofocos (en inglés hot flashes) y episodios de transpiración nocturnos.
Los sofocos aparecen sobre todo tras una perturbación de la secreción de hormonas catecolaminas. Más información sobre las causas en el informe completo sobre la menopausia
Síntomas principales de los sofocos
Los sofocos son intensos y afectan sobre todo la cara, el cuello y el pecho. La piel puede enrojecer. Como la fiebre, los sofocos también pueden provocar escalofríos con una sensación de sudor frío. A veces esta transpiración es tan intensa que puede llegar a empapar la cama.
Duración de los sofocos
– En 2011 un estudio ha demostrado que los sofocos duran, de media, más de 10 años, unos 11 años para ser precisos, después del inicio de la menopausia.
– Un estudio americano realizado por el Wake Forest Baptist Medical Center (en Carolina del Norte, Estados Unidos) en febrero de 2015 demostró que más de la mitad de las mujeres durante la menopausia sufrían, durante más de 7 años, síntomas vasomotores de la menopausia como los sofocos y los episodios de transpiración nocturna. Se trata de un estudio interesante ya que demuestra la larga duración de estos síntomas típicos. El estudio publicado en el JAMA Internal Medicine (versión online) también demostró que las mujeres que entraban temprano en la menopausia (premenopausia) tenían tendencia a sufrir estos síntomas durante más tiempo, unos 12 años.
Diferencias entre mujeres
Un estudio realizado por la universidad de Pittsburgh demostró que ni los sofocos ni la transpiración nocturna se manifiestan de la misma forma en todas las mujeres. Los investigadores confirman los resultados mencionados más arriba: los sofocos tienen tendencia a durar de promedio entre 7 y 10 años después de las últimas reglas. En este trabajo se estudiaron unas 1500 mujeres en un periodo de 15 años (de promedio) antes y durante la menopausia. Descubrieron que existen diferencias importantes entre etnias, así como el peso y otros hábitos de vida. Por ejemplo, las mujeres obesas tienen una probabilidad más elevada que la media de sufrir los síntomas de la menopausia de forma precoz (por ejemplo antes de entrar en la menopausia propiamente dicha). Las mujeres que beben alcohol de forma moderada o frecuente tienen más probabilidad de sufrir los síntomas de la menopausia, sobre todo los sofocos, durante más tiempo. Este estudio se publicó en la edición de julio de 2016 de la revista especializada Menopause: The Journal of the North American Menopause Society.
– Signos cutáneo-mucosos (alergias,…)
– Sequedad vaginal, puede acompañarse de dolor y dificultad durante las relaciones sexuales.
– Atrofia de los órganos genitales
– Trastornos urinarios: cistitis, infecciones urinarias o incontinencia urinaria (los más frecuentes). La incontinencia urinaria durante la menopausia se debe sobre todo a la pérdida de elasticidad a nivel de los tejidos de la vagina y de la uretra. A veces, una simple tos o una risa provoca incontinencia urinaria.
– Trastornos psíquicos: irritabilidad, ansiedad, tristeza y depresión
– Trastornos del sueño
– Trastornos físicos: pechos dolorosos, cefaleas, migrañas
– Aumento del riesgo cardiovascular (infarto,…)
– Aumento de peso y, en particular, aumento de la grasa abdominal
Aumento de peso durante la menopausia:
En los Estados Unidos se estima que a partir de los 50 años las mujeres aumentan de media 0.5 kg por año y, a partir del 3er año de menopausia las mujeres presentan en general un aumento de la grasa abdominal (a menudo se observa un desplazamiento de la grasa de los muslos hacia la cintura). Una disminución de la concentración de estrógenos en este periodo de la vida de la mujer explicaría este desplazamiento de grasa. En 2008 el 73.8% de las mujeres de los Etados Unidos de más de 60 años sufrían de obesidad abdominal (grasa a nivel abdominal), factor de riesgo de diabetes y sobre todo de enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, infarto cerebral, etc…).
Observación sobre los síntomas psíquicos de la menopausia:
Un estudio suizo publicado en 2016, realizado en 168 mujeres, demostró que las mujeres menopáusicas no sufren más depresión u otras enfermedades psíquicas como la ansiedad que antes de este periodo de la vida de una mujer. Es decir, la menopausia no tendría ningún impacto sobre la salud psíquica de la mujer. Dos instituciones suizas basadas en el cantón de Zúrich, la Clínica Psiquiátrica Universitaria (PUK) de Zúrich y la universidad de ZHAW, realizaron este estudio publicado en la revista especializada World Psychiatry en junio de 2016.
Hay que señalar que antes de este estudio suizo de 2016 otros estudios, sobre todo americanos, habían sugerido una relación entre la menopausia y el aumento del riesgo de depresión y de otras enfermedades psíquicas como la ansiedad.
– diabetes de tipo 2. Según un estudio publicado en julio de 2016 en la revista especializada Menopause, las mujeres que entran en la menopausia antes de los 46 años (hay que recordar que en Estados Unidos la edad media de la menopausia se sitúa en los 51 años) tienen un 25% más de riesgo de sufrir diabetes de tipo 2 en comparación con aquellas que entran en la menopausia entre los 46 y los 55 años. Las mujeres que entran en la menopausia después de los 55 años tienen un 12% más de riesgo de sufrir esta forma de diabetes. El estudio fue llevado a cabo por el Dr Erin LeBlanc de Kaiser Permanente en los Estados Unidos y analizó más de 124.000 mujeres (del banco de datos americano Women’s Health Initiative).
Diagnóstico
Aunque la menopausia no sea una enfermedad, un médico puede “diagnosticar” la menopausia.
Se habla de menopausia cuando una mujer no tiene la regla (menstruación) durante 12 meses consecutivos. Atención: es posible tener los síntomas de la menopausia (que no es lo mismo que los síntomas de la menopausia propiamente dicha) mucho antes de la edad de la menopausia. Algunas mujeres ya conocen los síntomas de la menopausia en la treintena o en la cuarentena (teniendo por ejemplo reglas irregulares).
En junio de 2010 investigadores iraníes desarrollaron un simple examen de sangre que indica con exactitud cuándo una mujer alcanzará la menopausia. Esta prueba se basa en medir de los niveles de la hormona antiMulleriana (AMH) secretada por los ovarios. Este examen podría ser útil para planificar el momento de formar una familia. De momento no se tiene conocimiento de la comercialización de esta prueba.
Diagnóstico premenopausia
En periodo de premenopausia el primer diagnóstico a descartar es una posible lesión precancerosa o un cáncer de endometrio que puede manifestarse de la misma manera.
Resultan necesarios los exámenes complementarios para asegurarse que se trata de una premenopausia y de sus síntomas (y no de una enfermedad como un cáncer).
Tratamientos
El principal objetivo de los tratamientos es aliviar y disminuir los síntomas de la menopausia.
Hormonoterapia:
El médico puede prescribir una terapia hormonal de sustitución (THS). Sin embargo, las mujeres con algún factor de riesgo (por ejemplo, si existen casos de cáncer de mama en la familia) deberían evitar la THS.
Estudio de 2017 sobre la THS
La THS no aumenta el riesgo de muerte prematura en la mujer (ni por causas generales, ni por cáncer o enfermedades cardíacas), según un estudio publicado en septiembre de 2017. Estos resultados a largo plazo provienen del ensayo clínico más grande que se ha realizado sobre la terapia hormonal. En las mujeres que tomaron estrógenos durante unos 7 años, o una combinación de estrógenos y de progesterona durante unos 5 años, no se percibió un aumento del riesgo de mortalidad durante el seguimiento del estudio que ha durado 18 años, comparado con las mujeres que recibieron un placebo (medicamento inactivo). Más de 27.000 mujeres participaron en este estudio. Este estudio se basó únicamente en mujeres que habían consumido estrógenos o progesterona en forma de cápsula (pill en inglés), y no en otras formas galénicas (como en gel, parche o “spray”). Este estudio fue realizado por el Brigham and Women’s Hospital en Boston (Estados Unidos) y publicado el 12 de septiembre de 2017 en la revista científica Journal of the American Medical Association (DOI : 10.1001/jama.2017.11217).
Leer también más abajo en “Observaciones” para más información acerca de la THS
– Antidepresivos a dosis bajas como la venlafaxina (Efexor): este medicamento podría disminuir los síntomas de los sofocos en un 60%; medicamento con receta médica con posibles (como siempre) efectos secundarios (náuseas, vértigos,…) que hay que hablar con el médico.
En agosto de 2013 la paroxetina obtuvo en los Estados Unidos, por parte de la FDA, una extensión de indicación para tratar los sofocos. La dosis recomendada es de 7,5 mg por la noche al acostarse (fuente: Pharmavista.net, 10.08.2013). Dos estudios clínicos han demostrado la superioridad de esta molécula a la de un placebo.
– Gabapentina (Neurotin), permite calmar los dolores pero también puede tener un efecto positivo sobre los sofocos. Hablarlo con el médico.
– Tratamientos para tratar la osteoporosis (ej. bifosfonatos,…)
– Estrógenos vaginales (en forma de comprimido, anillo, crema vaginal,…) para luchar contra la sequedad vaginal que puede perturbar las relaciones sexuales. Los estrógenos actúan de forma local para combatir la sequedad vaginal. Hablarlo con el médico. Para luchar contra la sequedad vaginal también se pueden utilizar geles lubrificantes de venta libre en farmacia.
Observaciones sobre los THS:
1. Cuándo hay que tomar las hormonas de sustitución (THS)
Los tratamientos de hormonas de sustitución (o THS) durante la menopausia han dado lugar a lo largo del año 2004 a nuevas recomendaciones (reiteradas por un estudio francés del Inserm que fecha del 19 de noviembre del 2004 y del 2005).
Sin embargo, según una nueva encuesta del Inserm (2005) no todos los THS son idénticos: se distinguen sobre todo los THS con sólo estrógenos o los THS que combinan estrógenos y progesterona micronizada (de estructura idéntica a la progesterona natural); estos dos tratamientos parecen no presentar ningún riesgo (o menos riesgo) de provocar cáncer de seno para las pacientes que los THS clásicos.
Para los THS clásicos (asociación de estrógenos con progestágenos de síntesis), los médicos recomiendan tomar hormonas durante la menopausia únicamente cuando la paciente experimenta sofocos, aparte de que no exista ninguna contraindicación (ver más abajo); la paciente debería ser informada por el médico de los riesgos y beneficios de la prescripción de hormonas de sustitución (THS) y la duración del tratamiento no debería superar los 3 años. También se puede optar, con el acuerdo del médico tratante, a una alternativa natural a base de plantas, saber más.
Tal prudencia con la prescripción de THS es consecuencia del aumento de un 40% de los casos de cáncer de mama en tratamiento con THS: un 40% puede parecer mucho, pero si se dice que 5 de cada 1’000 mujeres de 55 años desarrollará un cáncer de mama con o sin THS (7 de cada 1000 con THS, es decir, 2 de más) es mucho y es poco. Se prescribe un THS en caso de síntomas severos de la menopausia, pero únicamente el médico puede informar sobre los riesgos y los beneficios.
No se ha demostrado la eficacia de la toma de hormonas para luchar contra la osteoporosis, con que para esta indicación no se aconseja.
Contraindicaciones de la toma de hormonas de sustitución :
– Las mujeres que no han tomado hormonas de sustitución durante los cinco años posteriores al comienzo de la menopausia (por ejemplo, si una mujer que es menopáusica desde los 50 años decide empezar un THS a los 60 años, hay una contraindicación porque hace más de cinco años que no ha estado “en contacto” con hormonas)
– Fumar
– Hipertensión
– HDL (colesterol bueno) < 0.9 mmol/l
– Colesterol -=6.2mmol/l
– Triglicéridos -=2.2 mmol/l
– Lista incompleta de todas las contraindicaciones; para una información más detallada, leer el prospecto del envase de THS.
2. THS y sueño: observación interesante
Un estudio realizado por la institución médica americana de referencia Mayo Clinic descubrió que un tratamiento hormonal a bajas dosis mejoró la calidad del sueño en las mujeres menopáusicas. En este estudio los investigadores americanos consideraron 2 formas de terapia hormonal: una preparación de estrógenos por vía oral (estrógenos conjugados de origen equino; en inglés conjugated equine estrogen) y un parche (17 beta-estradiol), con el fin de saber cómo su utilización afectaba la calidad del sueño. También se administró un placebo a las participantes. Los investigadores constataron que las mujeres que utilizaron una terapia hormonal a bajas dosis durante más de 4 años presentaban un sueño de mejor calidad. La calidad del sueño era 2 veces superior con la terapia hormonal comparada con la del grupo placebo. Este estudio se publicó en la revista científica Menopause: The Journal of the North American Menopause Society el 21 de agosto de 2017. Sin embargo, hay que señalar que un estudio publicado en 2005 por la Universidad de Michigan llegó a una conclusión diferente, estimando que la terapia hormonal no tenía impacto sobre los trastornos del sueño.
Fitoterapia
En función de los síntomas de la menopausia, se pueden utilizar varias plantas.
La cimicífuga (Actaea racemosa) es, sin embargo, la planta más eficaz para tratar los trastornos de la menopausia ejerciendo un efecto global sobre los principales síntomas (sofocos).
Síntomas | Plantes a disposición |
Depresión (leve a moderada) | Hipérico |
Melisa | |
Síntomas en general de la menopausia | Cimicífuga (Actaea racemosa) |
Soja : algunos estudios hablan de un efecto positivo de las isoflavonas de soja ; otros, son más críticos (un estudio de 2011 ha demostrado la ineficacia de la soja durante la menopausia), sobre todo en mujeres que sufren un cáncer de mama; hablarlo con el médico. | |
Sofocos | Salvia (hojas), Leer : tintura de salvia |
Cimicífuga (Actaea racemosa), A leer: remedio contra los sofocos | |
Nigella cultivada, ver remedio contra los sofocos | |
Trastornos del sueño, valeriana |
El ajenjo permite la regulación del ciclo menstrual durante la menopausia.
Un estudio publicado el 21 de junio de 2016 en la revista especializada JAMA demostró que el uso de plantas medicinales como la soja, la cimicifuga, el trébol rojo, determinadas plantas de la medicina tradicional china o moléculas que provienen de plantas (como las isoflavonas, que son fitoestrógenos) estaban asociadas con una ligera disminución de la frecuencia de sofocos y de la sequedad vaginal en las mujeres menopáusicas. No obstante, según los investigadores el efecto de estas plantas o remedios naturales sobre los sudores nocturnos no era significativo.
Este trabajo de investigación realizado sobre todo por el Erasmus University Medical Center en Rotterdam (Países Bajos) analizó más de 60 estudios publicados sobre este tema, contando con más de 6.000 mujeres.
Hinojo y (post)-menopausia
El hinojo (Foeniculum vulgare L.) podría actuar contra los síntomas típicos de la post-menopausia: sofocos, trastornos del sueño, sequedad vaginal y ansiedad. Estas conclusiones provienen de un trabajo realizado por investigadores iraníes con 79 mujeres de 45 a 60 años de edad. Estas participantes tomaron una cápsula con 100 mg de hinojo 2 veces al día durante 8 semanas. En comparación con las mujeres del grupo control (placebo), aquéllas que tomaron hinojo percibieron una mejora significativa de los síntomas típicos de la post-menopausia. La conclusión de los investigadores fue que el hinojo era eficaz para estos síntomas y no tenía efectos secundarios graves. Este estudio se publicó el 17 de mayo de 2017 en la revista científica americana Menopause.
Buenos consejos & Prevención
Consejos toma de peso y menopausia
– Durante el periodo de la premenopausia y de la menopausia el metabolismo de la mujer cambia. La masa grasa aumenta, la masa muscular disminuye (leer causas) y las necesidades energéticas cambian.
Para resumir y simplificar, la mujer tendrá tendencia a aumentar de peso, sobre todo en caso de alimentación demasiado rica en azúcar (glucosa).
Es por eso que se recomienda no tomar azúcar (azúcar rápido como el chocolate, sodas) por la noche, porque se gasta poca energía cuando se duerme. El aumento de peso tomando azúcar por la noche se debe a un almacenamiento y la transformación del azúcar en grasa y la ausencia de gasto energético.
Se aconseja tomar azúcar sobre todo por la mañana. Los especialistas estiman que si la alimentación es demasiado rica en azúcares, sobre todo por la noche, una mujer puede aumentar 6 kg de promedio en un año.
Las mujeres aumentan de promedio unos 0,5 kg cada año a partir de los 50 años, pero presentan un aumento rápido de la grasa abdominal desde el 3er año de la menopausia. Los mismos cambios se observan en las mujeres originarias de diferentes regiones del mundo.
En 2008, en los Estados Unidos la obesidad abdominal afectaba el 65,5% de las mujeres de entre 40 y 59 años y el 73,8% de las mujeres de más de 60 años. Una acumulación de grasa abdominal aumenta el riesgo de diabetes y sobre todo de enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte entre las mujeres menopáusicas.
– Adoptar una alimentación sana, sobre todo rica en fruta, e intentar ingerir omega-3 de forma regular. Un buen equilibrio alimentario permite regular mejor el peso.
Un estudio publicado en la revista Menopause en 2012 demuestra que las mujeres post-menopáusicas que consumen más fruta, verduras y cereales pierden peso y experimentan menos sofocos.
– Practicar un deporte o ejercicio de forma regular para limitar el aumento de peso. El objetivo es sobre todo disminuir la grasa abdominal (leer en síntomas menopausia). Para perder o mantener el peso los médicos recomiendan practicar al menos 30 minutos de ejercicio todos los días, por ejemplo con la danza o la marcha rápida.
Diabetes de tipo 2 y menopausia
– Si se entra en la menopausia antes de los 46 años o después de los 55 años (leer en “Causas” más abajo para más información) el riesgo de diabetes de tipo 2 aumenta. Para reducir este riesgo, hay que luchar sobre todo contra la obesidad y el sobrepeso, tener una dieta sana y hacer ejercicio de forma regular. Métodos eficaces para prevenir la aparición de diabetes de tipo 2.
Consejos en caso de sofocos durante la menopausia
En caso de sofocos se pueden seguir varios consejos prácticos como:
– Evitar ciertos tipos de vestiduras, sobre todo las que producen calor o con materiales sintéticos (por ejemplo, a base de nylon)
– Aplicar bolsas de hielo sobre el cuerpo, tomar una ducha fría o simplemente aplicar agua fría. La intención es que el ambiente sea el más fresco posible.
– Intentar relajarse; si hace falta, recurrir a las técnicas de relajación (sobre todo por regulación de la respiración).
– Evitar fumar (podría favorecer los sofocos)
– Evitar beber bebidas calientes (durante los sofocos), alcohol o comidas picantes.
– Regular bien la temperatura del dormitorio; a ser posible, que esté fresco.
– El consumo diario de 400 UI de vitamina E podría ayudar contra los sofocos de la menopausia; atención con no consumir la vitamina E en exceso (hablarlo con el médico o el farmacéutico)
– Consumir más fruta, verdura y cereales (leer más arriba)
– Practicar ejercicio de forma regular. Según un estudio, las mujeres que practican deporte a menudo tienen menos sofocos, o éstos son menos intensos.
– También se puede recurrir a las terapias a base de plantas medicinales, como a base de cimicífuga (acción contra los sofocos, entre otras).
Fuentes:
Mayo Clinic